Jair Bolsonaro y Lula empezaron este martes a recibir el apoyo de figuras clave e inclusive de adversarios, en una feroz carrera por recuperar el máximo de votos para ganar el balotaje presidencial en Brasil.
El ex juez Sergio Moro, némesis del ex presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, y los gobernadores reelectos de los populosos estados de Minas Gerais y Rio de Janeiro se pronunciaron a favor del presidente ultraderechista, de 67 años.
Bolsonaro terminó segundo en la primera vuelta del domingo con un apoyo más fuerte de lo previsto por las encuestas (43 por ciento de los votos), apenas cinco menos que el líder izquierdista (48 por ciento). Lula, de 76 años, obtuvo por su parte el apoyo del ex candidato Ciro Gomes, aunque a regañadientes.
Gomes quedó en cuarto lugar con 3.04 por ciento, detrás de la senadora Simone Tebet, que también respaldó a Lula en el balotaje del 30 de octubre. Entre ambos candidatos, sumaron 8.5 millones de votos. La diferencia entre Lula y Bolsonaro fue de 6.18 millones de votos.
"Acabamos de tener una reunión con la ejecutiva (...) del Partido Democrático Trabalhista, en la que tomamos una decisión por unanimidad. Grabo este video para decir que apoyo", dijo Gomes. "Frente a las circunstancias, es la última salida", añadió el centroizquierdista en el video colgado en las redes sociales, en el que tachó a Lula y a Bolsonaro como dos opciones "insatisfactorias".
El veterano político de 64 años, que fue alcalde, gobernador y competía por cuarta vez en los comicios presidenciales, ha sido muy crítico con el ex mandatario y en su discurso de dos minutos ni siquiera lo nombró.
Por su parte, la senadora brasileña Simone Tebet, tercera en las elecciones presidenciales del domingo pasado, anunció este miércoles su apoyo al ex mandatario para la segunda vuelta de los comicios del 30 de octubre.
"Daré mi voto" a Lula porque "reconozco su compromiso con la democracia y la Constitución, que desconozco en el actual presidente", Jair Bolsonaro, que aspira a la reelección, afirmó Tebet en un pronunciamiento en un hotel de la ciudad de Sao Paulo.
Tebet dijo que, a pesar de que algunos compañeros de filas le pidieron mantenerse neutral, no puede ser "omisa" en este momento "tan grave" de la historia de Brasil, un país "dividido por los discursos de odio, la polarización ideológica y las disputas de poder".
Subrayó que hasta el 30 de octubre continuará "en la calle", "vigilante", porque considera que Brasil necesita ser "reconstruido" después de casi cuatro años de Gobierno de Bolsonaro, en los que el país "fue abandonado en la hoguera del odio y la negación" de la pandemia de coronavirus.
No obstante, reiteró sus críticas a Lula, especialmente por llamar al voto útil en la primera vuelta "sin presentar propuestas" concretas para resolver los problemas del país.
Bolsonaro abre las puertas abiertas al "antipetismo"
Además del apoyo de aliados, Bolsonaro está intentando explotar el rechazo al izquierdista y su partido. "Contra el proyecto de poder del PT, declaro, en la segunda vuelta, el apoyo a Bolsonaro", dijo el ex juez Moro, quien se convirtió en ícono de la lucha contra la corrupción que salpicó a Lula y a su Partido de los Trabajadores.
Moro fue elegido senador el domingo en las legislativas celebradas en paralelo a las presidenciales, con casi 1.9 millones de votos en su estado Paraná (sur).
Como juez, Moro lideró la megacausa Lava Jato, proceso que destapó una red de sobornos en la estatal Petrobras, dio puerta al Caso Odebrecht en América Latina y envió a Lula a prisión en 2018.
Tras la elección de Bolsonaro, ese año, Moro asumió como su ministro de Justicia. Pero la relación se quebró y renunció en abril de 2020, tras acusar al jefe de Estado de interferir en investigaciones policiales contra sus familiares, en específico, los hijos del mandatario.
"Está todo superado. De ahora en adelante es una nueva relación... No hay cuentas que ajustar", dijo Bolsonaro este martes.
Para Thomas Traumann, ex portavoz del gobierno de izquierda de Dilma Rouseff, "Bolsonaro transformó su campaña rumbo a la segunda vuelta en una puerta abierta para cualquier antipetista".
"En vez de preguntar si merece un segundo mandato, como sería natural en la disputa de un presidente por la reelección, pregunta si el PT merece volver al gobierno, transformando la disputa en un juicio sobre los años del PT", agregó Traumann en una columna de la revista Veja.
El mandatario agradeció en Brasilia el "apoyo clave" de los gobernadores Romeu Zema, de Minas Gerais, y Claudio Castro, de Rio de Janeiro.
"Sabemos que en muchas cosas convergemos y en otras no, pero Brasil necesita ir hacia adelante y creo mucho más en la propuesta del presidente Bolsonaro", dijo a la prensa Zema.
Castro, por su parte, dijo que hará campaña para que Rio de Janeiro se transforme en la "capital de la victoria" de Bolsonaro.
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