En octubre, los más de 148 millones de electores en Brasil irán a las urnas para elegir al nuevo presidente, cuya batalla ya está cantada no sólo por las encuestas, sino por un enfrentamiento entre dos ideologías que contrastan entre sí: la centro-izquierda del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva y la ultraderecha del actual mandatario, Jair Bolsonaro.
Una elección tan grande como compleja por el número de electores y el número de cargo a elegir, a un grado de considerarlo un "super-domingo doble", que el voto electrónico hace que el proceso sea más rápido y fiable para que el próximo mandatario asuma el primer minuto del 1 de enero de 2023.
¿Cuándo son las elecciones generales en Brasil? ¿Qué se elige además de presidente? ¿Cómo funciona el sistema electoral de Brasil? ¿Hay más candidatos además de Lula y Bolsonaro? ¿Cómo van las encuestas?
Datos breves de la elección
•Día de la elección: 2 de octubre (primera vuelta), 30 de octubre (balotaje)
•Número de electores: 148 millones de personas
• Qué se elige: presidente, 513 diputados, 27 senadores de 81, todos los gobernadores y diputados locales
• Duración en el poder: 4 años, con posibilidad de una reelección inmediata
Tipo de voto: urna electrónica.
Un "super domingo" donde se eligen casi todos los grandes puestos
A diferencia de otros países de América Latina, donde suele haber diversas elecciones locales a lo largo de un periodo presidencial —por ejemplo, en México y Argentina, cada estado o provincia tiene fecha propia para elegir gobernador y diputados locales— Brasil sí concentra todas las elecciones cada dos años.
Para este 2022, Brasil no sólo elegirá al próximo presidente del país que gobernará en los próximos cuatro años, sino también se renovará toda la Cámara de Diputados —de 513 representantes—, un tercio del Senado —27 de 81 legisladores—, y no sólo eso, se elegirán a los 27 gobernadores del país y todos los diputados locales (mil 059). Mientras que en 2024, que se consideran las elecciones municipales, se renuevan todos los alcaldes, vicealcaldes y concejales de las 5 mil 568 ciudades del país.
Este aglutinamiento de elecciones se estableció con la actual constitución de Brasil de 1988 —tras el fin de la dictadura militar, que duró 21 años—, donde todos los cargos a elección tienen una duración de cuatro años, a excepción de los senadores, que pueden estar hasta ocho en su puesto.
Además, casi todos los puestos públicos —el presidente, gobernadores, senadores y alcaldes— se pueden elegir en segunda vuelta si no se alcanza el porcentaje de 50 por ciento más uno, a excepción en localidades donde no haya más de 200 mil habitantes (alrededor de 96 ciudades tienen balotaje), que se realiza cuatro semanas —en las municipales es sólo de dos semanas—después de la primera vuelta.
Para el caso de diputados locales y federales, todos son electos por representación proporcional, es decir, de acuerdo al porcentaje de votos a un partido político. Además, los candidatos presidenciales deben estar forzosamente registrados ante un partido, ya que no se permiten los candidatos independientes, y deben tener compañero de fórmula para vicepresidente.
La primera vuelta de las elecciones generales en Brasil será el 2 de octubre, mientras que el balotaje será el 30 de octubre, sólo en caso de ser necesaria para las ciudades donde esté permitido el balotaje, y en la presidencial.
22 años de elecciones a balotaje
Desde 1998, no ha habido un presidente que gane en primera vuelta, la última vez ocurrió con la victoria de Fernando Henrique Cardoso frente a quien sería su sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva, cuando el centroderechista obtuvo el 53% de los votos, frente a 31 por ciento del ex sindicalista de izquierda. T
¿Qué procede con el ganador de la elección?
En caso de que gane algún candidato, éste asume desde el primer minuto del Año Nuevo, es decir, el 1 de enero de 2023 y gobernará hasta el último minuto del 31 de diciembre de 2027. El presidente puede ir a una reelección inmediata, para un mandato conjunto de 8 años, y después puede contender nuevamente en para un nuevo periodo no consecutivo.
En el caso de Bolsonaro, sería su segundo mandato presidencial, y mantendrá su residencia en el Palacio de Planalto, donde se hace un desfile por las calles de Brasilia y se toma juramente en el Congreso de Brasil, que está a unos pasos sobre el Eje Monumental de la capital, construida en 1960.
El desfile de inauguración comienza en la Catedral de Brasilia, ubicada al inicio de la Explanada de los Ministerios. Frente a la Catedral, el presidente electo y el vicepresidente electo toman el Rolls Royce presidencial y desfilan por la Explanada de los Ministerios hasta el Congreso Nacional, escoltados por los Dragones de la Independencia, todo durante el mediodía de Año Nuevo.
Lula, Bolsonaro... y el resto de los candidatos
Aunque hasta el 5 de agosto es la fecha límite para registrar candidatos a la presidencia de Brasil, el actual presidente ultraderechista y el ex mandatario izquierdista son, por mucho, los candidatos que más figuran en esta elección. Los terceros candidatos no logran obtener más allá del 10 por ciento de intención de voto, de acuerdo con los últimos sondeos de la consultora Datafolha.
Bolsonaro será el candidato del Partido Liberal (PL) —formación que es parte del Centrão, una agrupación de partido políticos que sólo apoyan a un presidente según sus intereses personales— tras abandonar él y sus hijos (Carlos, Eduardo y Flavio) su antigua agrupación, el Partido Social Liberal (PSL) por disputas internas. Su candidato a vicepresidente es un ex militar afín al mandatario y ex ministro de Defensa, el general Walter Braga Netto
En cambio, Lula da Silva irá con el partido que lo ha acompañado toda su trayectoria política, el Partido de los Trabajadores (PT). Pero la novedad está en su candidato a vicepresidente, su ex rival político y ex gobernador de São Paulo, Geraldo Alckmin, con el fin de atraer el voto moderado y de derecha que no está de acuerdo con las posturas de Bolsonaro.
Un "viejo conocido" candidato presidencial —en busca de su tercer intento—, el ex diputado Ciro Gomes va en tercer lugar de los sondeos con un lejano 8 por ciento, de acuerdo con Datafolha. Después le sigue la senadora Simone Tebet, con un reducido 2 por ciento de intención de voto.
La elección está plenamente para dos candidatos, que otros contendientes que llamaron la atención terminaron declinando sus aspiraciones políticas: como Sergio Moro —el juez que encarceló al Lula da Silva por el caso Lava Jato, que a su vez derivó en el Caso Odebrecht— y João Doria, el acutal gobernador de São Paulo.
Brasil, de los pocos países donde se vota de forma electrónica
El gran estelar de las elecciones en Brasil es el voto electrónico, uno de los pocos países que lo implementa —junto a Bélgica, Australia e India—, donde todos los candidatos y partidos son elegidos con su código de elección. La urna electrónica es capaz de capturar los datos del elector para que después digite el número del candidato. Mientras que el de Lula da Silva será el 13, Bolsonaro tendrá el número 22.
La urna está conectada a un microterminal donde los convocados por el Tribunal Electoral anotan el número de actas electorales de los electores regulares, liberándolos para votar, y se registra su presencia en las elecciones en el sistema de microterminales, y registra las justificaciones de los electores que no se encuentran en su domicilio electoral para votar.
Las votación en Brasil es obligatoria
Para todas las personas de 18 a 70 años, están obligados por ley a votar, sino tendrán que acarrear una multa de 3.51 reales en promedio (68 centavos de dólar / 13 pesos mexicanos), que puede variar según la gravedad de la ausencia. Mientras que los jóvenes de 16 a 18 años y los adultos mayores de 70 no reciben sanción y su voto es opcional.
Dicho sistema facilita el trabajo de los servidores públicos y de los funcionarios de casilla en la elección, pues al final se envían los disquetes de las máquinas de votación electrónica para su verificación en Brasilia, per imprimen los datos para una posible corroboración de información posterior.
Para este año, sólo habrá un horario de elección, sin importar el huso horario de la ciudad o estado: de 9:00 a 18:00 horas. Es decir, estados como Acre (-2 horas) o Mato Grosso (-1 hora) estarán abiertas las casillas a las mismo tiempo que en Brasilia, pero abrirán y cerrarán más temprano.
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