Embajada de México en Caracas asila a 2 cercanos a Guaidó

“Resguardo”. Se trata de Maritza Rondón y José Guerra, asesores del opositor en el Parlamento.

El presidente interino busca respaldo en Europa. (AFP)
Editorial Milenio
Ciudad de México /

La embajada de México en Caracas mantiene resguardados a dos colaboradores cercanos de Juan Guaidó, reconocido como presidente de Venezuela por 55 países, de acuerdo con el diario español El País.

Se trata de Maritza Rondón, asesora parlamentaria, y José Guerra, a cargo de Participación Ciudadana en el parlamento venezolano.

De acuerdo con el diario español, la información fue confirmada por fuentes diplomáticas mexicanas, que explicaron que se trata de un “resguardo diplomático”, sin añadir más detalles al respecto.

MILENIO buscó a la cancillería para conocer su versión de los hechos, quienes confirmaron la información divulgada por el impreso español.

La decisión de los colaboradores de Guaidó de buscar resguardo en la embajada mexicana en Caracas se da en un momento en que las relaciones entre las dos naciones atraviesan por un momento de distancia, pues México no cuenta con embajador en el país sudamericano y la sede diplomática está al mando del encargado de negocios. Mientras que la sede diplomática venezolana en Ciudad de México está a cargo de una embajadora leal a Nicolás Maduro, agrega El País.

México es uno de los pocos países en Latinoamérica que no ha declarado su apoyo a alguno de los dos políticos que disputan la legitimidad en el gobierno de Venezuela, por un lado el oficialista Nicolás Maduro, en el poder desde 2013, y por el otro Juan Guaidó, jefe parlamentario quien se proclamó presidente en enero de 2019.

Sin embargo, México se ha destacado siempre en la política latinoamericana por su tradición de asilo y refugio, que data de los tiempos de la Guerra Civil española y que ha retomado fuerza con la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador al poder.

Apenas en noviembre del pasado año, México decidió otorgar asilo al ex presidente boliviano Evo Morales, que con su cuarta reelección desató una ola de protestas, lo cual llevó al ejército boliviano a ponerse en su contra y pedirle la renuncia al líder de ascendencia aymara.

En diciembre se desató una crisis diplomática con el gobierno interino de Bolivia, liderado por Jeanine Áñez, después de que México decidiera asilar en su legación en la capital boliviana a nueve funcionarios leales al ex presidente Evo Morales.

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