El Congreso de Argentina inició el tratamiento en comisiones del acuerdo alcanzado la semana pasada por el gobierno de Alberto Fernández y el cuerpo del Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar deudas con el organismo por unos 45 mil millones de dólares.
En una reunión de la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados de Argentina, el proyecto de ley que contiene los detalles del acuerdo con el FMI fue defendido por el ministro de Economía argentino y negociador principal del entendimiento, Martín Guzmán, y el jefe de Gabinete del Ejecutivo, Juan Manzur, quien recalcó la necesidad de debatir y aprobar el pacto con "celeridad".
"Al tratamiento de esta ley, teniendo en cuenta los vencimientos previsto para marzo, es importante darle toda la celeridad que se pueda", dijo Manzur.
El pasado jueves, el gobierno argentino y el FMI anunciaron un acuerdo para un nuevo programa de facilidades extendidas que prevé desembolsos totales por unos 45 mil millones de dólares para que Argentina pueda afrontar los pesados vencimientos con el propio organismo entre este año y 2024 derivados del acuerdo "stand by" firmado en 2018.
Para entrar en vigencia, el acuerdo debe ser primero aprobado por las dos cámaras del Congreso argentino y luego por el directorio del Fondo. El gobierno argentino espera un rápido tratamiento en el Parlamento que le permita llegar al próximo día 22 con un primer desembolso del FMI, dado que es día debe afrontar un vencimiento de capital con el organismo por unos 2 mil 800 millones de dólares.
Manzur advirtió que se necesita aprobar el acuerdo para evitar un cese de pagos de Argentina y recordó que el país, cuyas reservas monetarias rondan los 37 mil millones de dólares, "no tiene los fondos necesarios para hacer frente a los vencimientos de 2022 y 2023".
Lo que establece el acuerdo del FMI el gobierno de Argentina
A su turno, Guzmán también advirtió del potencial escenario de "desestabilización" al que se enfrenta Argentina en caso de no poder refinanciar la deuda con el FMI contraída en 2018, lo que implicaría "estrés cambiario" con "negativas consecuencias" sobre la actividad económica y la inflación. El ministro de Economía aseguró que el programa negociado con el FMI apunta a la "recuperación" económica y a "reducir la inflación".
"Por lo tanto, lo queremos cumplir y nuestro compromiso es efectivamente cumplirlo", aseveró Guzmán.
El nuevo programa busca atacar la persistente alta inflación de Argentina (50.9 por ciento en 2021) a través de una estrategia múltiple que implica una reducción de la financiación monetaria del déficit fiscal y un nuevo marco de política monetaria, con tipos de interés reales positivos para apoyar la financiación al Tesoro a través del mercado doméstico.
Establece además una reducción gradual del déficit fiscal primario, desde el equivalente al 3 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2021, al 2.5 por ciento este año, el 1.9 por en 2023 y el 0.9 por ciento en 2024. Según el acuerdo, el PIB de Argentina, que el año pasado se recuperó 10.2 por ciento, crecerá este año entre el 3.5 y el 4.5 por ciento, mientras que la inflación anual será de entre el 38 y el 48 por ciento.
Llamado al diálogo hacia miembros del gobierno y la oposición
El gobierno aspira a que el proyecto de ley para avalar el acuerdo sea debatido esta semana por el pleno de la Cámara Baja y la próxima en el Senado, pero se enfrenta al desafío de lograr los votos necesarios, entre ellos del partido oficialista Frente de Todos, así como los minoritarios Frente de Izquierda —izquierda comunista— y los libertarios —que critican al gobierno y al FMI.
Fernández no cuenta con mayoría en el Congreso y debe lidiar además con reticencias de un sector de los legisladores oficialistas que reclamaban "más dureza" en la negociación con el FMI.
Entre los reticentes, se encuentra Máximo Kirchner, diputado e hijo de la ex mandataria y actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien renunció hace un mes a la presidencia del bloque oficialista en la Cámara baja para evitar tener que liderar la posición a favor del acuerdo. Su sector sostiene que el FMI debió contemplar las responsabilidades de haber otorgado un crédito "impagable"
Diputados de la oposición se mostraron este lunes dispuestos a aprobar el nuevo endeudamiento con el FMI pero no el programa de políticas que implica el acuerdo porque, alega, no quiere ser "socio" del gobierno en el "ajuste" que se avecina.
En el opositor Juntos por el Cambio tampoco hay posición unánime. La coalición se divide entre quienes quieren rechazar el nuevo acuerdo, el sector alineado con Macri, y quienes están dispuestos a votar a favor. En este contexto, Manzur afirmó que el alcanzado con el FMI es "el mejor acuerdo posible" y apeló "al arte del diálogo" para "generar los consensos necesarios" para aprobar el programa.
"Una mirada crítica sobre el rol del FMI no es la razón para alentar el voto en contra en esta particular coyuntura. Estamos en una situación que nos llama a pensar y a actuar por fuera de las divisiones políticas", señaló.
dmr