Líderes de la oposición en Cuba han fragmentado la “marcha cívica por el cambio” prevista y ampliamente propagandizada para este lunes en ocho de las 15 provincias del país, dejando casi a la iniciativa de cada quien las formas de protestar contra el gobierno de Miguel Díaz-Canel.
El principal promotor de la marcha, el dramaturgo Yunior García, anunció que caminará en solitario este domingo por una populosa avenida de La Habana “en nombre de todos los ciudadanos a los que el régimen ha privado de su derecho a manifestarse el 15 de noviembre”.
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García advirtió al mismo tiempo que “no seré yo quien impida al resto de los manifestantes dentro de Cuba el ejercicio de sus derechos, ni el 15, ni el 16, ni el resto de los días”, con lo cual atomizó la marcha prevista hasta el viernes pasado como una acción nacional. “De la guapería al calambre”, dice contrario a Yunior García
Según constató MILENIO, al menos en La Habana el cambio de decisión de García causó desconcierto en sus seguidores, al tiempo que entre sus contrarios se registraron comentarios de todos los colores. La plataforma Archipiélago, desde la cual se convocó a la demostración pública, dijo que la nueva decisión del dramaturgo “no es, de ninguna manera, una acción desmovilizadora”.
En tanto, el intelectual Félix López expuso en redes sociales que “de los comunicados enérgicos de las primeras semanas (insistiendo en la marcha nacional) llegamos a una declaración reflexiva, aunque no exenta de falsedades y lugares comunes. (Yunior García pasó) De la guapería al calambre”.
En este confuso panorama, Archipiélago informó en paralelo de “una modificación a la manera que accionaremos el 15 de noviembre”.
“Invitamos a las personas a manifestarse el lunes de forma descentralizada, a tomar las calles desde cualquier punto de la ciudad” a las 3:00 de la tarde, vistiendo de blanco y uniéndose “a medida que nos vayamos reconociendo como simpatizantes de la manifestación”, orientó la plataforma desde la central provincia de Villa Clara.
Desde Estados Unidos, la denominada Asamblea de Resistencia Cubana llamó a todos los cubanos, fuera y dentro de la isla, a “sumarse a la protesta como una sola nación”, y el secretario de Estado Antony Blinken pidió a la Organización de Estados Americanos enviar al gobierno de Díaz-Canel “un mensaje claro” de apoyo a la marcha.
¿Qué podría ocurrir en próximas horas?
En conferencia de prensa el viernes, Díaz-Canel afirmó sobre el tema que su gobierno tiene “una enorme voluntad para seguir ampliando nuestra democracia y los espacios de debate”, pero acto seguido advirtió que “somos una sociedad cerrada a la presión, cerrada al chantaje y a la injerencia extranjera”.
Para las autoridades cubanas la protesta en preparación, que ha sido antecedidas por una publicidad inusitada en la isla y a nivel internacional, es parte de “un golpe suave” orquestado por los servicios especiales de Estados Unidos mediante su embajada en La Habana y sus “operadores de cambio” en el país, entre los que identifica a García y a Archipiélago.
De ahí que las especulaciones en medios diplomáticos y de la prensa extranjera acreditada en Cuba van desde vaticinar que a García “no le permitirán llegar ni al parque Quijote”, de donde tiene previsto iniciar su caminata mañana, hasta suponer que “lo dejarán caminar, seguido por una nube de policías y camarógrafos, mientras no se le sume nadie”.
García fue uno de los protagonistas de las manifestaciones antigubernamentales registradas el 11 y 12 de julio en una treintena de localidades del país, que provocaron enfrentamientos callejeros entre contrarios y partidarios del socialismo en la isla, así como asaltos a comercios y unidades móviles de la policía, con el saldo de un muerto y unos mil detenidos, según la oposición.
No obstante, contra García no se inició proceso judicial alguno, a diferencia de lo ocurrido con otros manifestantes. Para algunos de los protestantes, la fiscalía ha solicitado hasta 20 años de prisión por sedición, según el portal digital Cubanet.
dmr