Luego de los disturbios registrados en Chile, tras el incremento al precio del metro, el presidente Sebastián Piñera permitió la intervención militar en varias regiones del país para controlar el estallido social.
El Jefe de Defensa Nacional, General Javier Iturriaga, decretó el toque de queda para las regiones más conflictiva para hacer frente a lo que se considera ya la peor crisis social desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet en ese país.
La medida, una decisión adoptada por el gobierno, es la prohibición del tránsito o permanencia de personas en las calles de una ciudad en un determinado lapso de tiempo; esta "medida excepcional" se implementa en situaciones donde hay una estallido social y que a su vez representa un peligro al orden público.
La imagen de tanques militares circulando por las principales calles de Santiago y soldados resguardando varios puntos de la ciudad han hecho que muchos recuerden lo sucedido durante el régimen de 17 años (1973-1990), que dejó más de 3 mil 200 muertos y un número no determinado de desaparecidos.
También implica que todos los ciudadanos deben permanecer en sus casas, y aquellas que requieran salir, ya sea por razones de salud o emergencia, deberán solicitar el salvoconducto correspondiente de las autoridades competentes.
Por lo general, las fuerzas armadas e instituciones policíacas vigilan y hacen cumplir la norma.
Si la medida es violada, la o las personas se hacen acreedoras automáticamente a una sanción, misma que puede ser desde una multa económica hasta la prisión.
jamj