El gobierno del presidente Donald Trump no pretende usar la fuerza militar para derrocar a Nicolás Maduro, aun cuando está expandiendo sus operativos antinarcóticos en el Caribe, afirmó el principal comandante militar de Estados Unidos para Latinoamérica, almirante Craig Faller.
El jefe del Comando Sur de Estados Unidos dijo en una entrevista que la reciente decisión de duplicar los recursos antinarcóticos en Latinoamérica llevaba meses en desarrollo y no estaba directamente vinculada con la imputación de Maduro en Nueva York por cargos de dirigir una conspiración narcoterrorista a través de la cual se enviaban 250 toneladas de cocaína al año a Estados Unidos.
Faller agregó que la presión económica y diplomática, no el uso de la fuerza militar, seguían siendo las herramientas predilectas de Estados Unidos para sacar al mandatario venezolano del poder.
“Este no es un cambio en la política del gobierno de Estados Unidos”, dijo Faller, quien no obstante celebró que el reforzamiento de medidas de vigilancia afecte las finanzas de Maduro y su dominio. “No es un indicio de algún tipo de nueva militarización en el Caribe”.
El despliegue anunciado este mes es una de las operaciones militares más grandes de Estados Unidos en la región desde la invasión de 1989 a Panamá para derrocar al general Manuel Noriegay llevarlo a Estados Unidos para enjuiciarlo por cargos relacionados con narcóticos. La operación involucra activos como buques de guerra de la Marina, aeronaves de vigilancia AWACS y fuerzas especiales terrestres pocas veces vistas antes en la región.
Faller dijo que el coronavirus forzó a algunos en el Pentágono a reconsiderar el momento del despliegue debido a preocupaciones por la seguridad de los militares. “Tenemos éxito en la incertidumbre y vamos a tratar de sacar provecho de eso”, dijo Faller.
Aunque se han mejorado los controles para proteger a la fuerza laboral, se determinó que, a largo plazo, Estados Unidos está posicionado para tomar ventaja de la alteración en las cadenas de suministro de narcóticos causada por el virus, ya que los cárteles de drogas pasan apuros para conseguir precursores químicos y otros insumos.
Señaló dos “rápidas victorias” desde que inició el despliegue: una incautación de 1.7 toneladas en el Océano Pacífico cerca de Costa Rica la semana pasada y otra intercepción de 2.1 toneladas hace unos días.
Indicó que la creciente inestabilidad en Venezuela está generando un incremento en la piratería en el Caribe, aunque no citó estadísticas ni evidencia para respaldar la afirmación. Agregó que el reciente hundimiento de un buque naval venezolano después de que presuntamente embistiera un crucero endurecido para la Antártida sin pasajeros cerca de Curazao era indicativo de la presteza de las fuerzas armadas de Maduro.
“Fue un mal día para ellos”, dijo. “Su falta de destreza en la marinería y falta de integridad es indicativo de cómo se desarrolló todo”.
dmr