El secretario estadunidense de Estado, Mike Pompeo, llamó a Latinoamérica a cerrar filas en el tema Venezuela, en una entrevista dominical publicada por un diario brasileño.
Mientras se publicaba la entrevista de Pompeo en Sao Paulo, desde Caracas el canciller venezolano, Jorge Arreaza, denunciaba en Twitter las acciones del gobierno de Donald Trump.
Pompeo en declaraciones al rotativo O Estado de Sao Paulo, señaló que “queremos tener certeza de que, no solo Estados Unidos y Brasil, sino que los demás países de la región dejen muy pero muy claro que la democracia tiene que ser restaurada en Venezuela”.
El jefe de la diplomacia estadunidense, quien asistió el lunes pasado a la investidura del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, indicó que además de Estados Unidos y Colombia otros países de la región comparten la preocupación por la ola migratoria generada por la crisis venezolana.
Mike Pompeo insistió en que el segundo mandato del presidente Nicolás Maduro –que comenzará el próximo jueves tras su reelección de mayo pasado en una elecciones boicoteadas por la oposición ante la falta de garantías democráticas– no puede ser reconocido, tal como han pedido 13 miembros del Grupo de Lima.
“El régimen de Maduro reivindica ocupar Venezuela durante otro mandato y nosotros no consideramos que las elecciones fueron justas, porque fueron una farsa”, aseguró.
“Golpe de Estado”
Sobre el llamado del jefe de la diplomacia estadunidense, el ministro de Exteriores venezolano tuiteó ayer que existe una nueva fase del plan intervencionista de la Casa Blanca.
“El gobierno Bolivariano de Venezuela denuncia ante la comunidad internacional el intento de Estados Unidos por consumar un golpe de Estado contra el gobierno constitucional y democrático del presidente Nicolás Maduro, al promover el desconocimiento de instituciones legítimas”, escribió Arreaza.
“No conforme con pretender otorgar validez selectiva a las instituciones del Poder Público venezolano, (Washington) también recurre al tutelaje de gobiernos subordinados de la región y les dicta órdenes para profundizar su asedio y bloqueo”, criticó por su parte en un comunicado la cancillería en clara alusión a algunos gobiernos de América.
El Grupo de Lima emitió el viernes pasado una declaración en la que pide a Maduro que no tome posesión de este segundo mandato y transfiera de “forma provisional” el Poder Ejecutivo a la Asamblea Nacional (AN), controlada por la oposición desde las elecciones parlamentarias de 2015, “hasta que se realicen nuevas elecciones presidenciales democráticas”.
El único país del Grupo de Lima que se ha abstenido de firmar esta declaración ha sido México, cuyo gobierno ha cambiado de signo político con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia el pasado 1 de diciembre, después del sexenio de Enrique Peña Nieto.
“Nosotros no nos inmiscuimos en asuntos internos de otros países porque no queremos que otros gobiernos, otros países, se entrometan en asuntos que solo corresponden a los mexicanos”, afirmó López Obrador el sábado.
Por su parte, Maduro defendió ayer su legitimidad, luego de que la AN declarara que será un “usurpador” cuando el jueves asuma su nuevo mandato.
“La Revolución Bolivariana llegó al poder por la vía democrática hace 20 años y se ha ratificado con 23 victorias electorales. La legitimidad nos la ha dado el pueblo con su voto. Aquellos que pretenden doblegar nuestra voluntad, no se equivoquen. ¡Venezuela se Respeta!”, escribió Maduro en Twitter.
También contra la actividad de China
En su entrevista con el diario brasileño, Mike Pompeo criticó la creciente influencia de China en América Latina, ya sea a través de multimillonarias inversiones o como destino de muchas de las exportaciones de la región.
Para Pompeo “es incuestionable que China no puede ser liberada para desarrollar una actividad económica predadora”, ya que eso no le interesa a nadie.También contra la actividad de China.