El presidente boliviano Evo Morales aseguró que no renunciará luego de que el líder opositor, Fernando Camacho, lo presionó para que reciba una carta en la que se exige su dimisión tras 17 días de protestas que ha dejado tres muertos.
“No voy a renunciar... Convoco a todos los movimientos sociales a defender nuestro proceso de cambio”, dijo Morales en un acto público.
A su vez, Camacho, líder del Comité Cívico Pro Santa Cruz en conferencia de prensa afrimó que “No nos vamos a mover hasta que nos reciba el propio presidente... La carta es el sentimiento de todos”. Mientras tanto La Paz volvía a ser foco de protestas.
En medio de una marcha que pedía la renuncia de Morales, un grupo se diferenciaba con globos blancos, banderas, cánticos y bailes reclamando al gobierno y a la oposición pacificar al país y dar garantías al sector del turismo, que ha tenido millonarias pérdidas.
“Nosotros pedimos paz, no tenemos una posición a favor o en contra, pedimos que ambos sectores nos oigan, son 17 días que nos dejan aproximadamente una pérdida de 5 millones de dólares por día”, dijo Sergio Rengel, dirigente del sector.
Bolivia tiene varios destinos turísticos como el Lago Titicaca, al oeste de La Paz, el Salar de Uyuni, en la región sureña de Potosí y en el oriente a Santa Cruz y Beni, entre otros.
Las protestas más fuertes tienen lugar en Santa Cruz, un bastión opositor, en Potosí y en La Paz. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), han dejado tres muertos y más de 300 heridos.
La ONU condenó los hechos violentos y llamó al diálogo. Sin embargo, Morales, que lleva 14 años en el poder, aún no ha convocado a ningún sector opositor.
En tanto, el gobierno convocó a la Organización de Estados Americanos (OEA) a auditar el conteo y se prevé que entre el lunes y el martes entregue su informe. Carlos Mesa, principal opositor quien perdió frente a Morales, pidió el viernes la renuncia de las autoridades del Tribunal Supremo Electoral y que Morales llame al diálogo, pero sin que se levanten las movilizaciones.
dmr