El ex presidente boliviano, Evo Morales, aseguró ayer que respeta la candidatura de la mandataria interina Jeanine Áñez para las elecciones del próximo 3 de mayo, a la vez que le pidió garantizar comicios transparentes.
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“Es su derecho, aunque ella (se) comprometió a no ser candidata así como (el líder civil regional Luis Fernando) Camacho también”, dijo Morales en Argentina un día después de que Áñez anunció su decisión de postular por la presidencia de Bolivia.
“Hay varias alianzas de la derecha. Respetamos, es un derecho democrático. Esperamos más bien que como gobierno de facto de la dictadura pueda garantizar elecciones limpias, transparentes y sanas”, añadió el socialista durante un encuentro con la comunidad boliviana en Argentina.
Con el anuncio de su candidatura presidencial el viernes, Áñez no solo se desdice a sí misma, sino que también resquebraja el sentido de una presidencia y un gobierno nacidos para encabezar exclusivamente la transición hacia unas elecciones libres y sin trampas.
“Quiero dirigirme a las familias bolivianas para anunciarles que he tomado la decisión de presentarme como candidata para las elecciones”, sostuvo ante varios de sus seguidores en La Paz.
Una gran paradoja multiplicada por la justificación de quien hasta noviembre era una senadora desconocida: “No estaba en mis planes. La dispersión del voto y candidaturas que no logran unir al pueblo me obligan a tomar esta decisión. Les extiendo esta mano y les aseguro que esta puerta sigue abierta para unirse a este frente”.
Áñez pasa así a liderar una poderosa alianza bautizada como Juntos, en la que figuran su propio partido, Demócratas; Soberanía y Libertad, encabezado por el poderoso alcalde de La Paz, Luis Revilla; el movimiento Todos, dirigido por el gobernador de Tarija Adrián Oliva y el partido UNIR.
“El costo de la libertad y de la defensa de todo lo que hemos reconstruido hasta ahora ha sido alto, por eso mismo hoy no tenemos margen para equivocarnos”, advirtió el viernes.
Revilla y Oliva fueron aliados del ex presidente Carlos Mesa en las elecciones del pasado 20 de octubre, en las que el también periodista quedó segundo y Evo Morales fue proclamado como ganador.
Todo apunta a que Revilla conformará el ticket electoral como candidato a vicepresidente, lo que consolida la apuesta de Áñez al estar representados el occidente y el oriente del país.
“Hoy no tenemos margen para equivocarnos. Invitamos a todas las fuerzas democráticas y a los líderes sociales a sumarse a esta gran propuesta”, sentenció la presidenta temporal.
Hasta ahora se habían lanzado a la carrera presidencial los ex mandatarios Carlos Mesa y Jorge Quiroga, además del líder civil regional Luis Fernando Camacho, actor clave en las protestas que condujeron a la renuncia de Morales.
A ellos se sumó el ex ministro de Economía Luis Arce, apoyado por Morales y su Movimiento al Socialismo (MAS), quien está refugiado en Argentina.
“Nosotros cuando estuvimos en el gobierno nunca prohibimos disputar la campaña. Si queremos que sea una buena democracia, tienen que garantizar la campaña libre y sana”, comentó Morales ayer.
La primera vuelta electoral se disputa el tres de mayo, aunque todas las encuestas señalan que habrá balotaje en junio. Para ganar es necesario superar el 50 por ciento de los votos o disponer de más del 40 de los apoyos con una ventaja de 10 puntos sobre el segundo.
Evo Morales renunció a la presidencia en noviembre, en medio de una convulsión social desatada por irregularidades en los comicios en los que se había reelegido en octubre.
El ex mandatario se asiló inicialmente en México y desde diciembre se encuentra refugiado en Argentina.
Ante la crisis y en su calidad de segunda vicepresidenta del Senado, Áñez asumió el Ejecutivo, distanciándose rápidamente de la política con la que Evo había dirigido a la nación sudamericana, principalmente en el tema de las relaciones diplomáticas con países vecinos.
El pasado viernes, el Ministerio de Relaciones Exteriores anunció la suspensión de relaciones con el gobierno de Cuba y unos meses atrás, en noviembre, ya habían hecho lo mismo con Venezuela, dejando entrever un intento de acercamiento cada vez mayor con Estados Unidos.