El ex presidente ecuatoriano Rafael Correa, quien vive en Bélgica, fue llamado a juicio en su país por supuestamente estar implicado en el secuestro de un opositor en 2012 en Colombia, anunció el miércoles la jueza Daniella Camacho.
Empero, Correa -en libertad a pesar de que afronta desde julio una orden de prisión preventiva- solo será enjuiciado si es llevado ante un tribunal, pues la ley impide su juzgamiento en ausencia por ese presunto delito, castigado con hasta siete años de cárcel.
El llamado a juicio, que incluye a dos exagentes que están detenidos y a Pablo Romero, ex jefe de la secretaría (ministerio) de Inteligencia que se encuentra en España, fue anunciado por Camacho, a cargo de una sala penal de la suprema Corte, con sede en Quito.
La justicia mantiene además circular roja de la Interpol -que aún no responde- con fines de extradición para Correa, quien gobernó Ecuador entre 2007 y 2017, y considera que es víctima de una persecución política del oficialista Lenín Moreno, su sucesor y ex aliado.
Debido a que Correa y Romero están prófugos, la magistrada ordenó la suspensión de la etapa de juicio para ambos hasta que sean capturados o se presenten ante la autoridad.
"Yo no espero absolutamente nada de la justicia ecuatoriana", declaró el ex gobernante a la cadena Telesur minutos antes de que la jueza se pronunciara en una aplazada audiencia, que debía celebrarse el 23 de octubre.
Y agregó: "Yo mismo me sorprendo de lo profundamente en paz y sereno que estoy conmigo mismo".
jamj