El presidente de Chile, Gabriel Boric, arribó el domingo a Buenos Aires para una visita de tres días para firmar con el gobierno de Argentina acuerdos de cooperación y mantener encuentros con líderes legislativos, empresariales y de derechos humanos.
En su primer viaje al exterior, Boric fue recibido por el canciller argentino, Santiago Cafiero, mientras sonaba en la pista una marcha interpretada por la fanfarria del tradicional regimiento Patricios, en el aeropuerto internacional de Ezeiza, al sur de la capital.
Antes del viaje, Boric declaró la necesidad de "fortalecer las relaciones bilaterales con nuestro país hermano y fortalecerlas en términos comerciales, políticos como culturales" en una entrevista exclusiva con el diario Página 12.
"Puedo adelantar que estamos trabajando en tratados de colaboración en materia energética, de género, de ciencia y tecnología, y, por cierto, en una cuestión que me interesa mucho y que va más allá de los acuerdos diplomáticos, y es cómo recuperamos desde América Latina una voz protagónica en los foros internacionales", afirmó el mandatario chileno.
Entre los principales puntos de su agenda, figura una audiencia el lunes con el presidente argentino, Alberto Fernández, en la Casa Rosada, así como la entrega de una ofrenda floral ante el monumento al Libertador General José de San Martín. A Boric lo acompaña una nutrida delegación de funcionarios, empresarios y artistas.
Posteriormente, el presidente chileno arribará al Congreso de la Nación donde firmará el Libro de Honor, participará de una foto oficial, y mantendrá un encuentro, junto a su comitiva, con la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma Abdala de Zamora, el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y otras autoridades parlamentarias.
A continuación, Boric se trasladará al Palacio de Justicia donde será recibido por el vicepresidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz. Finalmente, será agasajado con un espectáculo en el Centro Cultural Kirchner y el jefe de Estado argentino ofrecerá una cena en honor.
Durante la investidura del presidente más joven (36 años) y votado de la historia de Chile, el pasado 11 de marzo, Fernández expresó que tiene "las mejores expectativas" sobre el Gobierno de Boric.
"Para América Latina es un gran impulso porque es un presidente que piensa en la región y eso nos pone muy contentos", agregó Fernández. Respecto a las relaciones bilaterales entre ambas naciones, el mandatario destacó que Argentina y Chile tienen un vínculo "indisoluble" y que nunca se podrá "quebrar".
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