Las conversaciones de paz entre el gobierno de Colombia y el insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN) se reanudaron en La Habana, teniendo muy presente las elecciones generales del 27 de mayo próximo en el país suramericano, donde varios de los candidatos a la presidencia son opuestos a estas pláticas.
En el transcurso del quinto ciclo de negociaciones, suspendido desde el 29 de enero pasado, el jefe del equipo del gobierno, Gustavo Bell, dijo sentirse "razonablemente optimista" en lograr "resultados concretos y favorables a mediano plazo" para la firma de un nuevo acuerdo de paz.
TE RECOMENDAMOS: Cuba, sede del diálogo entre el ELN y gobierno colombiano
“Tenemos que dar pasos decisivos y que tienen que ver con acordar un cese al fuego estable y más robusto, que permita no solamente llegar a las elecciones en absoluta paz, sino que también eso implique que en Colombia vivamos en una sociedad donde no haya más secuestros, más extorsiones, reclutamiento de niños, que no haya ataques a la infraestructura”, puntualizó Bell.
En tanto, su contraparte del ELN, Pablo Beltrán, afirmó que "ninguna adversidad” hará que ellos abandonen las negociaciones, que comenzaron su fase pública en febrero de 2017. “Aunque hay muchos adversarios a la paz en las próximas elecciones, el foco de este nuevo ciclo está, entre otros temas, en acordar un nuevo cese del fuego”, dijo.
Beltrán, sin embargo, expresó preocupación por los incumplimientos en el anterior acuerdo de paz suscrito entre el gobierno y las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). “Ellos han puesto todos los huevos en una canasta y parece que la canasta esta a punto de romperse”, dijo.
Asimismo anunció que además del alto al fuego, el ELN aspira a “lograr un acuerdo claro sobre la participación de la sociedad (en las negociaciones) y caminar en los alivios humanitarios en los territorios” más afectados por el conflicto.
En paralelo, el presidente Juan Manuel Santos declaró la víspera en Alemania que aunque él ya no pueda firmar un nuevo acuerdo con el ELN, porque su mandato terminará el 7 de agosto, esta convencido de que dejará a su sucesor “el tema en el camino correcto”.
A solicitud de las partes, Cuba aceptó la semana pasada acoger estas conversaciones, como antes hizo con las FARC.
El traslado de las pláticas a La Habana se decidió luego de que Ecuador, la anterior sede, renunciara a ese tipo de apoyo tras una crisis desatada en su frontera con Colombia, donde un grupo disidente de las FARC secuestro y asesinó a tres periodistas ecuatorianos.
jamj