Elementos de la Policía Nacional Civil y el ejército de Guatemala resguardan los accesos a las casas de migrantes para evitar que los integrantes de la caravana de centroamericanos permanezca en el país y así obligarlos a aceptar el “retorno voluntario”.
En Tecún Umán, la casa del migrante "Encuentro de Culturas", está rodeada por al menos 50 integrantes de la policía y la milicia que llegaron en patrullas y hasta en una camioneta tipo Jeep militar J8, con el objetivo de dispersar a los grupos de migrantes y así evitar contagios masivos por covid-19.
El albergue no está cerrado, pero debido a la pandemia sólo puede aceptar a un mínimo de cinco personas, por lo que la mayoría de los hondureños y salvadoreños permanecen sentados en banquetas y calles aledañas, mientras son vigilados por los elementos de seguridad.
El Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) informó a MILENIO que el objetivo del resguardo es persuadir a los migrantes de regresar a su país de origen en los camiones que han dispuesto para su retorno.
A pesar de la pandemia, a las afueras de la casa "Encuentro de Culturas", no hay gel antibacterial, ni personal médico que tome signos vitales a los migrantes. Los viajeros sí portan cubrebocas, pero lo traen de gargantilla y la sana distancia no existe entre ellos.
Los autobuses dispuestos para su retorno, están vacíos, apenas unos 6 migrantes han aceptado volver, pero el camión no se puede mover hasta que no haya al menos 20 centroamericanos a bordo.
Informes señalan que a lo largo de la carretera del Pácifico ha ubicado filtros migratorios en donde algunos migrantes han sido asegurados y deportados de inmediato a su país. Otro grupo de migrantes viaja hacia la zona de Petén para intentar ingresar a territorio mexicano vía la zona fronteriza de El Ceibo, en Tabasco.
El gobierno guatemalteco ha advertido que los operativos de contención continuarán en territorio chapín para impedir que la caravana avance a la frontera con México.
dmr