Eduardo Bolsonaro defiende a jueza que impidió abortar a una niña violada en Brasil

El hijo del mandatario de ultraderecha aseguró que el bebé de la niña de 11 años, y que está en la semana 29 de gestación, pueda ser dada en adopción.

Eduardo Bolsonaro es uno de los principales defensores pro-vida en Brasil. (Twitter / AP)
Editorial Milenio
Sao Paulo /

El diputado brasileño Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, salió en defensa este miércoles de la jueza que impidió abortar a una niña de 11 años víctima de violación, a pesar de estar amparada por la ley.

"La jueza de SC (Santa Catarina) tiene razón" porque "el bebé podría ser entregado en adopción, algo mucho más civilizado que condenarlo a pena de muerte sin tener culpa de nada", afirmó Eduardo Bolsonaro en un mensaje publicado en su perfil de Instagram.

El legislador, alineado con la agenda de valores tradicionales que promueve el gobierno de su padre, reaccionó así a la polémica decisión de la magistrada Joana Ribeiro, que indujo a una menor, embarazada fruto de una violación, a no abortar y determinó su ingreso en una casa de acogida para evitar que lo hiciera.

En Brasil, el aborto solo se permite actualmente en casos de riesgo para la madre, violación o fetos con anencefalia. El caso fue divulgado esta semana por The Intercept Brasil, que tuvo acceso al contenido de la audiencia en la que la jueza, con el apoyo de la fiscal regional Mirela Dutra, animó a la niña a tener el bebé y darlo en adopción.

"¿Soportarías un poquito más?", le preguntó Ribeiro a la niña, que entonces estaba con más de 20 semanas de gestación, en esa audiencia celebrada en mayo pasado, según recogió The Intercept Brasil. La jueza alegó que autorizar un aborto a esas alturas del embarazo sería un "homicidio", a pesar de que la víctima tiene derecho al mismo, tal y como lo recoge la legislación para ese tipo de casos.

El asunto acabó en manos de la Justicia después de que el hospital de Florianópolis, capital de Santa Catarina, al que recurrió la familia de la víctima para poder interrumpir el embarazo de la niña se negara a realizar el procedimiento. El equipo médico puso como disculpa los protocolos internos de la clínica, que al parecer solo permiten abortar hasta las 20 semanas de gestación y para entonces la niña estaba de 22 semanas y 2 días.

En los últimos días, diversas asociaciones feministas y juristas han pedido que se aparte del caso a la jueza, cuya conducta pasó a ser investigada por el Tribunal de Justicia del estado de Santa Catarina, según informó la propia corte.

No obstante, el martes, Ribeiro dejó el caso debido a un ascenso laboral que ya estaba previsto antes de que se conociera el escándalo con la menor. Ese mismo día, la Justicia de Santa Catarina autorizó a la niña a abandonar la casa de acogida y volver con su madre.

Por otro lado, el Ministerio Público Federal recomendó este miércoles al hospital de Florianópolis al que acudió la familia que interrumpa el embarazo de la menor, que está a punto de entrar en la semana 29 de gestación, según The Intercept Brasil.

El órgano afirmó en una nota que "el aborto legal no necesita autorización judicial o comunicación policial, ni existen límites en la legislación relacionados con el periodo de gestación y el peso fetal para la realización del procedimiento".

dr

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