El diputado federal Eduardo Nantes Bolsonaro, hijo del presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, llamó a la derecha continental a unirse contra “la dictadura” cubana, según escribió en su cuenta en twitter y reprodujo la web oficial Cubadebate.
Eduardo Bolsonaro subió a su cuenta una foto tomada en Miami con Orlando Gutiérrez Boronat y tuiteó: “La izquierda se unió y generó una dictadura sanguinaria en Cuba. Llegó la hora de unirnos para deshacer la bestia que ellos hicieron”.
Cubadebate informó que Gutiérrez Boronat “ha incitado actos terroristas, como el sabotaje de aviones civiles cubanos, y posee una larga lista de cooperación con los servicios de inteligencia norteamericanos”.
Eduardo Bolsonaro viajó la semana pasada a Washington y examinó con funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos la eventualidad de crear una alianza para actuar de conjunto, dijo, “contra las dictaduras venezolana y cubana”.
Jair Bolsonaro y el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel se han enredado en un enfrentamiento político que pica y se extiende, pese a que el brasileño no asumirá la presidencia de su país hasta el 1 de enero y el cubano lleva menos de ocho meses en la jefatura del gobierno de la isla.
El choque comenzó cuando tras ganar la presidencia, Bolsonaro informó que obligaría a más de ocho mil médicos cubanos presentes entonces en el gigante suramericano a recalificarse -duda de sus méritos profesionales-, y los definió como “esclavos” que generan un ingreso anual para La Habana de 850 millones de usd al año.
En respuesta, Díaz-Canel ordenó la retirada de todos los doctores mediante un puente aéreo abierto hasta mediados de diciembre, por el cual ya han sido traslado al país caribeño a unos cuatro mil médicos. Al llegar a la isla todos son recibido como héroes.
“Nos llenarán de cubanos porque vendrán con 30 familiares cada uno”, había dicho Bolsonaro en 2014 cuando el programa “Más Médicos” era apenas una iniciativa de la entonces mandataria Dilma Rousseff y nadie imaginaba el beneficio que traería a 113 millones de pacientes sin recursos con qué pagar a un médico.
Ese programa fue concebido para extender el sistema brasileño de salud pública y se nutrió de galenos nacionales y extranjeros que aceptaron trabajar en condiciones de riesgo. Según estadísticas brasileñas, los cubanos ocuparon la mayor parte de las plazas. La exportación de servicios médicos a 67 países es una de las principales fuentes de ingreso de divisas fuertes de la isla.
“Es cierto que con lo que nos pagan allá (unos 700 usd mensuales) puede comprar unas cuantas cosas que aquí (cobran unos 70 usd) no me daba la cuenta, pero es cierto también que trabajar entre serpientes y otros bichos que te pican y te matan, no se paga con nada; es la expresión más concreta del humanismo de nuestra profesión”, dijo Belkis Cruz, especialista en medicina general con 15 años de experiencia, quien antes de trabajar en Brasil lo hizo en Haití, uno de los países a los que La Habana no cobra su asistencia médica.
Las autoridades brasileñas han ofrecido asilo político a los cubanos que deseen quedarse en el país y han abierto una nueva convocatoria para suplir con brasileños y extranjeros las ocho mil 517 plazas que dejen los isleños en dos mil 824 municipios y 34 distritos indígenas. Fuentes estadunidenses cifran en cerca de mil los doctores cubanos que han abandonado su trabajo en diversas partes del mundo para asentarse en el país norteño.
En este contexto, un reporte conjunto del diario brasileño Estadao y el digital anticastrista Cubanet dijo que el presidente Andrés Manuel López Obrador estaría negociando la contratación de tres mil de esos doctores cubanos como parte de su promesa de “garantizar a los mexicanos atención médica y medicamentos gratuitos” en su país, informe que no ha sido confirmado oficialmente en La Habana.
jamj