Los hipopótamos de Pablo Escobar llegarán a ser miles en 2050

Tras la muerte del líder del Cártel de Medellín en 1993, los cuatro hipopótamos se distribuyeron sobre la cuenca de Magdalena; actualmente hay entre 40 y 60 ejemplares.

Los hipopótamos en África están en peligro de extinción; en Colombia crece su población. (EFE)
Editorial Milenio
Bogotá /

Los descendientes de los hipopótamos del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, dentro de 30 años,se contarán por miles en el país si no se toman medidas, donde posiblemente se transforme la simpatía y la curiosidad que hoy dan estos animales "fuera de lugar" en lo contrario.

Elizabeth Anderson, una de las científicas de la Florida International University (FIU) participantes en una investigación sobre los potenciales efectos ecológicos y socioeconómicos de la introducción de un megaherbívoro africano, el Hippopotamus amphibius, en Colombia, cuyos resultados acaban de publicarse. declaró que "el objetivo de un estudio científico como este no es decir si es bueno o malo que esos animales estén donde están".

Este primer acercamiento científico al tema indica que para el año 2050 podría haber entre 400 y 800 hipopótamos en Colombia si se toma un índice anual de crecimiento de su población del 7 por ciento, pero si se considera un 11 por ciento de aumento, algo que "no es irreal", podrían llegar a 5 mil ejemplares.

Actualmente hay entre 40 y 60 localizados en la zona media de la cuenca del Magdalena.

Una cuenca biodiversa

La cuenca de Magdalena es el principal río de Colombia, que corren entre la cordillera de los Andes y el mar Caribe a lo largo de más de mil 500 kilómetros y es el hábitat de más de 2 mil 700 especies de animales, además de ser la cuenca fluvial más poblada del país y de regar algunas de las principales zonas agrarias colombianas.
Pablo Escobar junto a su viuda, María Isabel, durante los años en que lideraba el Cártel de Medellín. (Archivo)

¿Cómo obtuvo Pablo Escobar esos hipopótamos?

El poderoso jefe del cartel de Medellín, importó en 1981 de un zoológico de Estados Unidos cuatro hipopótamos, tres hembras y un macho, para que formasen parte de la colección de animales exóticos de su Hacienda Nápoles, una finca de 3 mil hectáreas cerca del Magdalena, hoy dedicada al turismo.

​Tras la muerte de Escobar en una operación policial en Medellín en 1993, los animales fueron a parar en su mayoría a zoológicos colombianos, pero, por la dificultad de trasladarlos y el alto costo de mantenimiento, los hipopótamos se quedaron donde los dejó "el patrón".

Su número fue aumentando y también su hábitat, pues algunos se escaparon de la hacienda y se instalaron a sus anchas en el Magdalena, donde empezaron los avistamientos y los encontronazos con los lugareños, que solo conocían a estos animales por los libros de ciencias naturales o documentales.

A pesar de ser animales peligrosos, los hipopótamos son vistos en general con simpatía en pueblos de la zona, que los utilizan como reclamo turístico, aunque también hay personas que expresan su temor a que destrocen los cultivos o las barcas y aparejos de los pescadores, dice Anderson.

Los hipopótamos podrán dañar varias zonas ecológicas de la cuenca de Magdalena. (Archivo)

Hipopótamos pueden generar impacto ecológico

Los hipopótamos de Escobar pueden generar cambios significativos en el ambiente de la cuenca, pues son capaces de modificar el entorno físico de una manera que llega a alterar el hábitat y la disponibilidad de recursos de una serie de especies animales.

Un ejemplar puede trasladar 750 kilos de masa seca al año de carbono y nutrientes de los ecosistemas terrestres a los acuáticos por excrementos. Además puede cambiar la geomorfología y la hidrología del Magdalena medio, dice el estudio.

Los científicos recomiendan a las autoridades colombianas que realicen un censo de los hipopótamos que incluya datos sobre tiempo de vida, fecundidad y mortalidad, para poder hacer proyecciones de crecimiento de la población más precisas.

Pablo Escobar (i), su mujer Victoria Eugenia Henau (d) y su hijo, Pablo Escobar. (Archivo)

Los hipopótamos de Escobar, un caso único

En el estudio que plantea Anderson desde dar contraceptivos a las hembras y la esterilización de los machos hasta la erradicación de una especie invasora, pues considera un problema "complejo" y afirmó en "cuanto más se demoren las autoridades en tomar medidas, más va a costar ponerlas en práctica".

Según el estudio, las hembras de hipopótamo pueden empezar a reproducirse a los tres años de edad y dan a luz una cría cada dos o tres años. Paradójicamente mientras el hipopótamo africano está en la "lista roja" de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como una especie "vulnerable", con una población calculada en 115 mil a 130 mil ejemplares, que está estable, aunque ha desaparecido de algunos lugares; los de Colombia están en crecimiento.

No hay depredador alguno en el Magdalena que pueda devorar a este herbívoro y los nativos no parecen estar interesados en su caza, al contrario que en África, señala Anderson.

En 2009 cazadores y soldados colombianos dieron muerte a uno de los escapados de la Hacienda Nápoles con autorización gubernamental, lo que suscitó críticas de los defensores de los animales.

La Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare (CORNARE) tiene varios programas para el manejo de la población de hipopótamos, dice Anderson. Según el estudio, el objetivo de CORNARE es detener el crecimiento de la población y reubicar a los que están libres.

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