Bolsonaro se pronunciará sobre resultados de las elecciones en Brasil este lunes: dirigente

El senador brasileño Flávio Bolsonaro, hijo mayor del presidente de Brasil, fue el primero de la familia en pronunciarse sobre los resultados.

Jair Bolsonaro perdió su reelección como presidente de Brasil. (AFP)
Editorial Milenio
Sao Paulo /

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, romperá su silencio sobre el resultado de las elecciones presidenciales del país el lunes por la tarde, dijo el jefe interino de un partido aliado, casi un día después después de que perdiera ante su adversario Luiz Inácio Lula da Silva.

"En principio, quieren que lea un texto, pero el formato aún no está definido", dijo Claudio Cajado, quien señaló que tampoco es seguro que Bolsonaro reconozca públicamente su derrota.

Bolsonaro no ha dirigido una palabra a los periodistas que acamparon afuera de la residencia oficial ni a los simpatizantes que se reúnen regularmente en las inmediaciones. Tampoco ha publicado nada en sus redes sociales. La única señal de protesta provino de los camioneros partidarios de Bolsonaro que bloquearon algunas carreteras en diferentes puntos del país.

Su hijo Flavio, el primer en reconocer resultados 

El senador brasileño Flávio Bolsonaro, hijo mayor del presidente Jair Bolsonaro, afirmó este lunes que no van a "desistir" de Brasil y agradeció el apoyo de los votantes de su padre, derrotado en las elecciones presidenciales del domingo.

"¡Gracias por cada uno que nos ayudó a rescatar el patriotismo, que rezó, fue a la calle, dio su sudor por el país que está funcionando y dio a Bolsonaro la mayor votación de su vida!", indicó el senador en un mensaje ambiguo en el que no especifica si reconoce o no el triunfo del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva.

Bolsonaro ha cuestionado repetidamente la confiabilidad del sistema de votación electrónica de la nación. Llegó a decir que poseía pruebas de fraude, aunque no proporcionó la evidencia. Y hasta el mes pasado, comentó que si no ganaba en la primera vuelta de las elecciones, sería algo “anormal”, incluso cuando la mayoría de las encuestas lo ubicaban en desventaja.

Entre los partidarios de Bolsonaro que reconocieron públicamente el triunfo de Lula se encuentran el gobernador electo de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, y la senadora electa Damares Alves, quienes fueron ministros bajo el gobierno de Bolsonaro, así como el líder de la bancada oficialista en la Cámara de Diputados, Ricardo Barros. El pastor evangélico Silas Malafaia, que ha sido un estridente partidario de Bolsonaro, pidió a Dios que otorgue su “bendición” a Lula.

Debe tener varios planes sobre cómo impugnar los resultados de las urnas. La pregunta es si tiene el apoyo político para seguir adelante con estos planes”, indicó Paulo Calmon, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Brasilia. “No tendrá el apoyo del gobernador de Sao Paulo, de la Cámara de Diputados, ni del Senado y tendrá que enfrentar la oposición de todos”.

Calmon añadió que Bolsonaro había dicho durante una entrevista el mes pasado que aceptaría el resultado incluso si perdía, pero que felicitar a Lula dañaría su popularidad entre sus partidarios.

Su hijo Flavio, el primero en pronunciarse

Flavio Bolsonaro fue el primer integrante de la familia del jefe de Estado que da declaraciones de cuño político después de conocerse el resultado de las elecciones del domingo.

Desde que las autoridades electorales oficializaron la victoria de Lula con el 50.9 por ciento de los votos, el líder ultraderechista no se ha pronunciado al respecto, ni tampoco hay constancia de que haya entrado en contacto con el dirigente progresista.

Bolsonaro, que recibió el 49.1 por ciento de los sufragios, llegó a insinuar que no reconocería el resultado de las urnas en caso de una derrota dentro de su campaña de descrédito contra el actual sistema electrónico de votación, que pareció dejar de lado en la recta final de la campaña.

El propio Lula, que asumirá de nuevo el poder el 1 de enero de 2023, tras gobernar entre 2003 y 2010, confesó en la víspera sentirse "mitad alegre y mitad preocupado".

"Necesito saber si el presidente al que derrotamos va a permitir que haya una transición", expresó el líder del Partido de los Trabajadores (PT) ante cientos de sus simpatizantes reunidos en la Avenida Paulista, en el centro de Sao Paulo.

Desde entonces, el actual mandatario ha guardado silencio y casi un día después apenas, de su núcleo político más duro, apenas se ha pronunciado su hijo Flávio: "¡Vamos a erguir la cabeza y no vamos a desistir de nuestro Brasil! ¡Dios al cargo!", exclamó el senador.

Por el contrario, la victoria de Lula recibió un amplio respaldo institucional en Brasil y fue rápidamente reconocida por toda la comunidad internacional. Los de este año han sido los comicios presidenciales más ajustados de la historia de Brasil y también han sido los primeros en que un presidente pierde la disputa por la reelección desde que está permitida.

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