El diputado libertario —minarquista— Javier Milei, comienza a figurar en las encuestas en camino a las elecciones presidenciales de Argentina que se realizarán en 2023 y en donde el actual presidente Alberto Fernández ya anunció que buscará su reelección.
Según un reciente sondeo de la consultora Ricardo Rouvier & Asociados, el economista del partido ultraderechista La Libertad Avanza cuenta con una intención de voto del 37.7 por ciento, solo por debajo del opositor centroderechista y actual alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, con el 44.7 por ciento. El informe suma los potenciales votantes a los decididos, por lo que arroja porcentajes superiores al cien por ciento.
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Tras volcarse a la política en 2021, el admirador de Donald Trump y discípulo ferviente de la escuela económica austriaca —que da paso al neoliberalismo— fue electo diputado y no ha dejado de crecer en los sondeos para los comicios presidenciales de 2023 con un discurso que ataca a la "casta política" y defiende una liberación total de la economía.
"Para la lógica de la casta política, yo soy un error, porque justamente lo que vengo a hacer es a patear sus privilegios", dijo Milei en una entrevista con la agencia Reuters en Buenos Aires, durante el sorteo mensual de su dieta de diputado, una colorida iniciativa que transmite en vivo por redes sociales.
Con un pasado de joven rockero y futbolista, la popularidad del economista comenzó a crecer hace un lustro, al ser invitado asiduamente a programas televisivos para opinar sobre la misma realidad que ahora pretende cambiar de forma directa.
Las histriónicas intervenciones en la televisión de Javier Milei, un economista ruidoso y de pelo revuelto, sus virulentos ataques a la política tradicional con un lenguaje directo —en particular a los partidos de izquierda a los que califica como "zurdos de mierda"—, sus conductas extravagantes y su sólido lenguaje técnico sedujeron inicialmente a los hombres jóvenes, pero su voto potencial ya es heterogéneo que ya dejó de ser una curiosidad para volverse una piedra en el zapato de los políticos tradicionales de Argentina.
Su ascenso en las encuestas no pasó desapercibido para el establishment político: dividida ante su fulgurante figura, la oposición analizó incorporarlo a sus filas —algo que Milei rechazó calificándola de "tibia"—y el peronismo oficialista lo ha convertido en blanco de sus ataques.
Una crisis económica de años, con una tasa de inflación cercana al 60 por ciento y una pobreza del 40 por ciento, ha desencantado a los argentinos con las recientes gestiones de las dos grandes coaliciones políticas del país.
En ese contexto, el "error" ha crecido en las encuestas hasta ser uno de los precandidatos presidenciales con mayor intención de voto, en algunos casos superando al ya polarizado bipartidismo protagonizado por los ex presidentes Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner.
Milei "está creciendo. Es lo que muestran todas las encuestas", señaló Shila Vilker, directora de Trespuntozero. Los últimos sondeos de la consultora mostraron que el partido del economista tiene una intención de voto del 20 por ciento, mientras que el oficialismo kirchnerista y la oposición macrista cuentan con poco más del 30 por ciento.
"Hoy es una figura que pone en jaque y tensa, patea el tablero político nacional (...) La pregunta, si sigue creciendo, es si va a dinamitar el sistema", dijo Vilker sobre el economista al que sus seguidores idolatran como a una estrella de rock.
Pero hacerse del poder no será sencillo para el diputado libertario: ningún político argentino llegó en el último siglo a la presidencia sin aliarse con alguno de los dos principales partidos del país, el peronismo (Partido Justicialista) y la Unión Cívica Radical (UCR).
"Les gano a todos", afirma Milei
Confiado, el diputado no teme a los grandes partidos políticos para las elecciones de 2023: "No me importa quién sea mi rival en el balotaje, les gano a todos".
Milei fue cuestionado y controvertido por negar la pandemia de covid-19, oponerse a la legalización del aborto y defender la libre portación de armas para reducir la delincuencia. También dijo que eliminará el ministerio que actualmente defiende los derechos de la mujer.
Muchos lo comparan con Trump o con el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, por su discurso antisistema, sus palabras transgresoras y sus iniciativas de derecha. Pero Milei exhibe también un vocabulario académico que seduce a los votantes, con propuestas extremas que resultan coherentes.
"Es un fenómeno que pone en escena la insatisfacción con la clase política. Los estudios cualitativos caracterizan a Milei con dos atributos básicos: el que sabe y el que no tiene miedo", dijo Vilker.
El fenómeno mediático se extendió a una obra de teatro llamada "El consultorio de Milei", en la que hablaba de economía, y a excéntricas iniciativas como disfrazarse de superhéroe para combatir a los "keynesianos".
"Argentina ya viene probando con la receta de la socialdemocracia desde hace 100 años y, de ser uno de los países más ricos del mundo, hoy somos el 70", explicó Milei a Reuters, vestido de traje gris y corbata, atuendo que en sus actos suele cambiar por una informal campera de cuero.
Si logra la presidencia a fin de 2023, el economista prevé una reforma del Estado para reducir el gasto público —"en especial en todas las áreas donde los políticos roban", según sus palabras—, una baja de impuestos y una reformulación del mercado laboral.
También pretende eliminar el Banco Central de la República Argentina para que los argentinos puedan optar por otras monedas además del devaluado peso y, a diferencia del proteccionismo de Trump, suprimiría todas las barreras arancelarias junto con el bloque Mercosur, conformado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.
dr