La primera vuelta de las elecciones presidenciales en Chile no sólo fueron una sorpresa para la población chilena, sino para toda la región. El ultraderechista José Antonio Kast llega al balotaje no sólo en primer lugar, sino también de haber superado al amplio favorito al Palacio de la Moneda, el izquierdista Gabriel Boric.
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Admirador y defensor de la dictadura de Augusto Pinochet, que compagina ideológicamente con líderes como Donald Trump, Jair Bolsonaro, además de ser afín a los pensamientos del partido español Vox, de Santiago Abascal, y del recién diputado electo en Argentina, Javier Milei, el ultraderechista se presenta como el candidato para reestablecer el orden en Chile tras el estallido social de 2019, la crisis migratoria y el conflicto mapuche.
"¿Dicen que soy extremo, pero extremo en qué? [...] No me traten de ultraderecha, porque no lo soy (...) Espero que me califiquen como un candidato del sentido común", aseguró Kast durante su campaña presidencial. "Estamos dispuestos a dar la vida si fuese necesario, dar la vida por nuestro Chile querido. Dios y la patria es lo que nos inspira. Hemos interpretado a una mayoría de chilenos que quieren un país tranquilo y seguro".
Kast, el hijo de refugiados nazis cuyo hermano fue ministro de Pinochet
José Antonio Kast Rist nació el 18 de enero de 1966 (55 años) en Santiago de Chile. Su familia es plenamente de origen alemán —el apellido de Kast proviene de la localidad de Geislingen an der Steige, en la región de Baden-Wurtemberg, al sur de Alemania— siendo el hijo menor de una familia de nueve hermanos.
Su padre, Michael Kast Schindele, fue un antiguo oficial de la Wehrmacht —las fuerzas armadas unificadas de la Alemania nazi desde 1935 a 1945, uno de los principales brazos políticos y militares de Adolf Hitler— que había combatido en Francia, y la península de Crimea durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, Kast ha dicho que fue por "obligación".
En 1944 se encontraba combatiendo a las fueras de Estados Unidos en las cercanía de Trento, Italia. Cuando Alemania se rinde al fin de la Segunda Guerra Mundial, se entregó a las tropas aliadas, pero logró escaparse estando prisionero desde una escuela.
Logró cruzar durante días los Alpes hasta llegar a su pueblo natal de Oberstaufen —hoy en la región de Baviera, al sur de Alemania— en que se casó con María Kreszencia Olga Rist.
La pareja, que habitaba en la Alemania ocupada por los aliados (Estados Unidos, Francia y Reino Unido) terminó migrando a Chile en 1951 con ayuda de Erik Wünsch, un ex oficial del ejército nazi que había emigrado al tras la guerra, quien le ayudó a conseguir las visas. En ese entonces, ya tenían dos hijos: Michael (Miguel) y Bárbara Kast Rist.
Tras llegar a Sudamérica desde Argentina, la familia terminó de establecerse en la región de Paine, al sur de Santiago, en que su padre fungió como pequeño agricultor, criador de pollos y fabricante de embutidos.
Para 1962, instalaron un local de embutidos al costado de la Carretera Panamericana, al sur de la capital, mismo que creció con los años y donde hicieron fortuna con una fábrica de embutidos tradicionales alemanes y de Bavaria, así como una cadena de restaurantes de la que se desvinculó hace pocos años. José Antonio Kast era un niño muy pequeño cuando su hermano mayor, Miguel, estaba en la universidad.
Miguel Kast terminó estudiando Administración de Empresas en la Universidad Católica de Chile, en que participó durante la campaña presidencial de Eduardo Frei Montalva (1964-1970) en el partido Demócrata-Cristiano, mismo que abandonó después por no ir con sus ideales.
Miguel Kast recibió, por su gran desempeño académico, una beca de la Fundación Ford para un posgrado en el Departamento de Economía de la Universidad de Chicago en 1971, en la época en que empezarían las enseñanzas del próximo modelo económico mundial: el neoliberalismo.
Tras titularse en Economía con los "Chicago Boys", casarse con Cecilia Sommerhoff y tener a su primer hijo en Estados Unidos, Pablo Andrés Kast, ocurre el Golpe Militar de 1973, en que terminaría derrocado el presidente socialista Salvador Allende ante Augusto Pinochet. Su amigo, Ernesto Silva Bafalluy —quien también sería funcionario en la dictadura militar— lo invita a formar parte del nuevo gobierno militar.
Para 1978, Miguel fue el ministro director de la Oficina de Planificación Nacional de Chile —hoy, el Ministerio de Desarrollo Social y Familia— en que tenía como objetivo impulsar políticas para reducir la pobreza en la población, principalmente con el inicio del proyecto neoliberal.
Posteriormente sería ministro del Trabajo y Previsión Social y luego llegaría ser el presidente del Banco Central de Chile en el inicio de la "Crisis de la deuda latinoamericana". Buscó dejar la política para incursionar en la iniciativa privada, pero los síntomas de su cáncer óseo siguieron avanzando hasta su muerte en 1984.
En esa época, José Antonio Kast ya comenzaba sus estudios en Derecho en la Universidad Católica de Chile en medio de la dictadura de Pinochet. Durante el plebiscito para reestablecer la democracia en el país en 1988, él había votado a favor de que Pinochet se mantuviera en poder.
Con el regreso a la democracia en 1990, se recibe como abogado y se casa posteriormente con su actual esposa, Pía Adriasola Barroilhet—con quien tiene nueve hijos—, en que laboraría como socio del bufete de abogados Kast, Pinochet, De la Cuadra & Cía.
En 1996 comenzaría su carrera política como concejal de la comuna (regidor de la localidad) de Buin, al extremo sur de Santiago y cercano a Paine, por parte del tradicional partido ultraconservador en Chile, la Unión Demócrata Independiente (UDI), en el que militaría durante 20 años y terminaría convirtiéndose de 2002 a 2018 como diputado nacional por la región de Santiago por cuatro legislaturas consecutivas.
En 2014 intentó allanar su camino para la candidatura presidencial, dentro de las internar de la coalición de centroderecha Chile Vamos, para ello decide salir de la UDI dos años después y buscar su postulación de forma independiente ya que no estaba a favor "de lo políticamente correcto".
En las elecciones presidenciales de 2017, en las que Sebastián Piñera logra su segundo y actual periodo presidencial, Kast obtiene el cuarto lugar, con 7.93 por ciento de los votos.
Tras no tener partido, y no obtener su puesto como legislador en 2018 ante la falta de afiliación política, decide buscar su propia formación con ideología de extrema derecha: el Partido Republicano, con el objetivo de buscar la presidencia nuevamente en 2021.
El resto de la familia Kast
Pese a que la principal fama de los Kast se debe a Miguel, la familia es relativamente amplia. Bárbara fue ex concejala de Paine desde 2012 hasta 2021. Mónica es escritora, Gabriela es autora, Christian y Verónica son empresarios, y Hans es sacerdote en Santiago. De Érika y Rita Kast no se tiene información pública.
Su fama como legislador de extrema derecha y su defensa a Pinochet
Pese a que le gusta venderse como un "outsider", Kast es un viejo conocido en política, tanto por su trayectoria personal como la de su familia, principalmente por su hermano Miguel. Pero desde hace décadas, agrupaciones de derechos humanos han denunciado que los miembros de su familia colaboraron en la detención de opositores en la localidad de Paine durante la dictadura de Augusto Pinochet.
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Como legislador, cobró fama principalmente por sus posturas extremistas, en que las facciones más progresistas lo acusan de ser una persona "anti-derechos", ya que es abiertamente en contra de la comunidad LGBT, del feminismo, de las ideologías progresistas y ha respaldado gobiernos ultraconservadores como el de Jair Bolsonaro y Donald Trump.
Pidió la destitución de la congresista del Partido Comunista y líder estudiantil, Camila Vallejo, por no iniciar la sesión “en el nombre de Dios”, ha instado que se enseñe religión en las escuelas y no la educación sexual, que apoya firmemente la labor de las Fuerzas Armadas y de los Carabineros de Chile —la policía nacional— para controlar todo tipo de manifestación violenta y el derecho a la autodefensa de la población con armas de fuego; y se muestra completamente en contra del matrimonio igualitario, así como de la ideología de género, en que las personas se puedan asumir como trans.
Las frases más polémicas de Kast
- "(El Palacio de) La Moneda se rinde ante una dictadura gay. Las instituciones públicas son de todos los chilenos, no de minorías".
- "Es una maquinación intelectual que la mujer tiene derecho sobre su cuerpo y que, por tanto, tiene derecho a decidir sobre la vida del niño que está en su vientre".
- "Si Pinochet estaría vivo, votaría por mi"
- "En Chile tenemos que discutir en serio sobre el uso de las armas. Hoy, la gente honesta no tiene cómo defenderse de delincuentes y narcotraficantes"
- "A los chilenos les hace falta Dios y el Estado debe promover la religión en los colegios"
- “Los niños no nacen neutros, nacen hombre o mujer. Los niños no tienen criterio para cambiar identidad”
- "(En) La Araucanía no hay un Estado de Derecho y en caso de llegar a La Moneda decretaría ayuda de las fuerzas armadas a fin de terminar con los actos terroristas (de los mapuches).
A comienzos de 2020 se declaró opositor al gobierno del Piñera, porque el mandatario se abrió a la firma de un acuerdo político transversal que permitió llamar a un plebiscito que el año pasado aprobó cambiar la Constitución legada por el régimen militar.
Desde su punto de vista, la Constitución que en 1980 se promulgó durante el régimen de Pinochet "contenía toda la transición a la democracia" y el gobierno militar entregó el poder tras un plebiscito. "Díganme ustedes ¿qué dictadura ha hecho eso?".
Kast quiso diferenciar el régimen de Pinochet —al que se refiere como un "gobierno militar"— de las "dictaduras" de Cuba, Nicaragua y Venezuela porque, en su opinión, la transición en Chile se dio tras unas "elecciones democráticas", en las que "no se encerró a los opositores".
"No hay punto de comparación con lo que ocurre en las dictaduras de Cuba, donde llevan más de 70 años de dictadura, ni con la narcodictadura de Venezuela y ni con la dictadura de (Daniel) Ortega en Nicaragua. Dígame si las dictaduras entregan el poder a la democracia y si hacen una transición a la democracia y se respeta. Eso es lo que no hacen otros países y en Chile se hizo", aseguró.
Su malestar con Piñera aumentó cuando a mediados de año el actual mandatario reflotó un proyecto de ley para permitir el avance del matrimonio igualitario, que ya fue aprobado por el Senado y registra avances en la Cámara de Diputados.
Además, es admirador y amigo del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien lo visitó en 2018, poco antes de que fuera electo en segunda vuelta y le llevó de regalo una camiseta de la selección chilena de fútbol.
Tras las pasadas elecciones, Eduardo Bolsonaro —uno de los hijos del mandatario— aseguró que Kast "es un patriota, bien relacionado internacionalmente y una piedra en el zapato del Foro de Sao Paulo". Con Milei, ambos reconocieron sus mutuos triunfos electorales en redes sociales.
¿Qué propone Kast y qué pasaría si gana la presidencia de Chile?
Al estar en la misma ideología que Donald Trump, Jair Bolsonaro, Javier Milei y Santiago Abascal, Kast se ha mostrado como un candidato "del sentido común", sin embargo, ha tenido propuestas que son afines a la extrema derecha.
Kast es principalmente es respaldado por los sectores más conservadores en Chile, como las clases altas que residen en el noreste de Santiago, los grupos religiosos en contra de posturas progresistas como el aborto y el matrimonio igualitario, los libertarios defensores del neoliberalismo, quienes son reacios contra la migración, rechazan la violencia en las calles de los manifestantes y la tribu mapuche, así como los sectores que añoran la dictadura pinochetista.
Principales propuestas de José Antonio Kast
- Construir un muro en la frontera norte —en la región de Arica, que limita con Perú y Bolivia— para evitar el paso de migrantes, principalmente venezolanos y haitianos.
- Derogar la ley de aborto en tres causales: riesgos de salud, violación o defectos del feto, abrogar la Ley de Inclusión y eliminar de los contenidos enseñados en las escuelas que considera como "propaganda de apoyo al aborto e ideologías de género".
- Decretar un Estado de Excepción para controlar la situación en La Araucanía a manos de las Fuerzas Armadas, así como reformarla para que sea posible detener opositores en lugares diferentes a las cárceles, como lo puede ser en una casa y otorgar el indulto a presos políticos, principalmente los vinculados a la dictadura de Pinochet
- Crear una "Coordinación Internacional Anti-Radicales de Izquierda", con tal de impedir el avance de las ideas progresistas a nivel internacional, así como pedir la salida de Chile del Consejo de Seguridad de la ONU.
- Desaparecer el Ministerio de la Mujer e integrarlo a un Ministerio de la Familia, así como despedir de 20 mil empleados federales para eliminar varios ministerios. Además de desaparecer el Instituto Nacional de Derechos Humanos.
- Rebajar impuestos, en que destaca bajar de un 19 a un 17 por ciento el IVA, de un 27% a un 17% los gravámenes a las empresas, impuesto cero a las pequeñas empresas y rebajas impositivas a quienes ganen entre 330 mil y 660 mil pesos chilenos (entre400 y 800 dólares mensuales / entre 8 mil 730 y 17 mil 460 pesos mexicanos).
- Mantener el sistema de pensiones privados —las AFP (Administradoras de Fondos para el Retiro)— instaurado en la dictadura de Pinochet, así como aumentar de la edad de jubilación de los trabajadores y el monto de las cotizaciones.
- Aunque no piensa derogar el matrimonio igualitario, ofrecerá "incentivos económicos a las parejas casadas" y velará por el derecho de todo niño a "tener un papá y una mamá".
Partió como un candidato residual, pero a medida que pasaban las semanas fue cogiendo fuerza y llevándose parte de los apoyos del oficialista y ex ministro Sebastián Sichel, quien se fue desinflando tras una serie de desaciertos en campaña, mismo que lo dejaron fuera de la segunda vuelta.
Gabriel Boric, quien es su principal rival político, lo ha acusado de promover una agenda en contra de los derechos humanos y de las minorías, así como buscar preservar el sistema económico que llevó a Chile a ser desarrollado, pero que generó una enorme desigualdad que dio al estallido social de 2019.
El "JAK", como le llaman sus seguidores, quiso espantar temores en su encuentro con la prensa internacional: "Soy una persona demócrata", dijo, por si había alguna duda. Sin embargo, muchos sectores temen su eventual victoria en la primera vuelta, en especial los jóvenes, la comunidad LGBT y el movimiento feminista. Aunque ha buscado moderar su discurso, no sigue alejado de la polémica.
“Respecto a la diversidad sexual, yo soy una persona respetuosa. Siempre he respetado la dignidad de las personas, por lo tanto, ningún tipo de discriminación es aceptable. Otra cosa es que yo no comparta la ley de matrimonio civil y la adopción por parejas homosexuales [...] yo por convicción defiendo la vida”.
“Los programas no son inmodificables, no están escritos en piedra [...] si hay una frase que quedó mal redactada la podemos cambiar, pero veamos el conjunto”.
Algunos expertos temen que una eventual victoria de Kast sería un retroceso en los derechos humanos, y que incluso, podría no firmar la futura nueva Constitución del País, que está siendo redactada por una Asamblea Constituyente y será sometida a plebiscito en 2022, en el inicio de su presidencia.
Su candidatura ya generó una disputa diplomática con Argentina, su país vecino, en que el embajador de Argentina en Santiago, Rafael Bielsa, calificó a Kast de "antiargentino" y "pinochetista", ya que el propio candidato ha criticado a Buenos Aires por la histórica anexión territorial en las aguas del Estrecho de Magallanes.
La Cancillería de Chile aseguró que las declaraciones de Bielsa son "una intromisión inaceptable en los asuntos internos de Chile y vulneran normas de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas".
Todos los partidos del oficialismo chileno, de centroderecha, le han mostrado públicamente su apoyo, pues consideran que Kast es el único que puede "enderezar" un país que aún se está recuperando de las graves protestas de 2019 —llama "violentistas" a los manifestantes— y de una pandemia que ha hecho estragos sociales y económicos, en que además, buscaría preservar el sistema económico que llevó a Chile a ser un "modelo" para varios economistas para ser un "país desarrollado", bajo los preceptos del neoliberalismo.
dmr