Los achaques de la sexagenaria Revolución cubana

La Aldea

La isla celebrará este hito el próximo 1 de enero gobernada, por primera vez en seis décadas, por un presidente que no se apellida Castro: Miguel Díaz-Canel, de 58 años.

Camilo Cienfuegos y Fidel Castro en enero de 1959. (AFP)
y Lorena Cantó
La Habana /

Reflotar una economía que hace aguas desde hace décadas, revertir el desencanto de quienes ya no se sienten representados por el sistema político y garantizar los derechos humanos, un espinoso tema que protagoniza las críticas hacia Cuba, son los retos de una Revolución que cumple 60 años.

La isla celebrará este hito el próximo 1 de enero gobernada, por primera vez en seis décadas, por un presidente que no se apellida Castro: Miguel Díaz-Canel, de 58 años, asumió el cargo en abril como primer atisbo de un inexorable relevo generacional que para los críticos es mero maquillaje, pero para otros ha dejado gestos prometedores en sus primeros meses en el poder.

Este mes, por ejemplo, en una decisión sin precedentes, el gobierno revertió o paralizó medidas sobre los sectores privado y cultural que habían provocado un fuerte malestar público.

El nuevo mandatario heredó dos retos fundamentales: hacer sostenible la economía del último país comunista de América, lastrado por un ineficiente sistema centralizado, y lograr respaldo popular para un gobierno con presencia ya solo testimonial de la “generación histórica” que luchó en la Sierra Maestra.

Todo, frente a una población cada vez más envejecida y cuyos preparados jóvenes ven en la migración (principalmente a Florida, EU) la salida más viable para buscar la prosperidad, desencantados de la política y los bajos sueldos estatales –30 dólares al mes en promedio–, ajenos a las encendidas dialécticas de la Guerra Fría y más familiarizados con las redes sociales que con las consignas revolucionarias.

Y en medio de ese escenario se ha producido además el colapso de Venezuela, el principal aliado económico y político de Cuba, que ha visto reducidos a la mitad los envíos subsidiados de petróleo que recibía.

Pese a la lentitud de los cambios, las bases de esta controlada apertura económica que impulsó Raúl Castro durante sus dos mandatos (2008-2018) deben quedar recogidas en la nueva Constitución que irá a referendo en febrero próximo, y que por primera vez admite la necesidad de una inversión extranjera que aún llega con lentitud.

Cuba, además, celebrará seis décadas de Revolución en medio de renovadas tensiones con Estados Unidos: cuatro años después del celebrado "deshielo", la Administración de Donald Trump ha paralizado el proceso y endurecido el embargo financiero.

  • Agencia EFE
  • Agencia de noticias con 84 años de trayectoria

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