El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, afirmó que "el régimen" del presidente venezolano Nicolás Maduro "nunca terminó de concretar" la salida de su país del organismo, puesto que, pese a que el mandatario anunció la retirada en 2017, no está "al día con todas sus obligaciones".
"El proceso de retiro, de abandono, del régimen de Nicolás Maduro de la OEA (...) simplemente nunca terminó de concretarse porque, para irse de la organización no solamente tienen que pasar dos años, sino que tienen que estar al día con todas sus obligaciones respecto a la organización", dijo Almagro en una rueda de prensa en Lima, donde hoy comenzará el quincuagésimo segundo periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General de la OEA.
Al respecto, afirmó que "el régimen de Maduro" debe "algunos millones de dólares de cuentas pendientes y retribuciones", por lo que, "fundamentalmente, el proceso fue interrumpido por eso".
El 26 de abril de 2017, Maduro anunció que, "como jefe de Estado" y en uso de sus "atribuciones exclusivas de acuerdo con la Constitución" había ordenado "el inmediato retiro de la OEA", un proceso que, por protocolo, tarda dos años en hacerse efectivo.
La OEA aceptó en 2019 a Gustavo Tarre como representante del entonces presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, después de que el pleno declarara ilegítimo el actual mandato de Maduro, dando un espaldarazo a Guaidó.
No obstante, un grupo de once países anunció ayer que tenían intención de expulsar a Tarre del foro regional, tras lo que el político venezolano anunció que no acudirá a la Asamblea General.
Al respecto, Almagro comentó que reconoce "el derecho de los países miembros de la organización de plantear estos temas como en su momento se planteó la aceptación que se hizo por votación del ingreso del representante de la Asamblea Nacional en el Consejo Permanente de la OEA".
"Eso fue decidido por votación y esto otro (la expulsión de Tarre) será decidido por votación. Cuando hay discusión entre los países al respecto, siempre dejamos que esta discusión fluya naturalmente y se haga de la mejor forma y de la manera más constructiva posible", subrayó.
Blinken asiste a reunión de la OEA
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, aterrizó este miércoles en Lima, última escala de su gira por América Latina, para participar en la Asamblea General de la OEA y conversar con el presidente de Perú, Pedro Castillo. Blinken llegó en la noche a Lima procedente de Santiago, poco después del acto de inauguración del cónclave de la Organización de Estados Americanos (OEA), al que se sumará el jueves.
Almagro: Las dificultades para trabajar con Nicaragua "han ido en aumento"
El secretario general de la OEA también declaró que el gobierno de Nicaragua "definitivamente se ha distanciado" del organismo regional y que las dificultades para tratar temas políticos con el "régimen" de este país "han ido in crescendo".
"El régimen (nicaragüense) definitivamente se ha distanciado de la organización en este sentido y las dificultades para trabajar estos temas han ido 'in crescendo'", afirmó Almagro.
Se refirió a la decisión anunciada en abril pasado por el gobierno nicaragüense de retirar las credenciales de sus representantes ante la OEA y la "toma de la sede" de la organización en Managua como un "acto completamente violatorio de las inmunidades y privilegios que tenía esta sede conforme al derecho internacional y diplomático".
Insistió en que, tras los "temas administrativos" que prosiguieron estos hechos, "los contactos para abordar temas políticos no han sido posibles".
El secretario general de la OEA aseveró, sin embargo, que "obviamente el trabajo sigue, tanto en Naciones Unidas como dentro de la OEA".
"Muchos de estos trabajos están siendo focalizados en la liberación de los presos políticos y los temas humanitarios y de derechos humanos que hay en Nicaragua", apostilló. Agregó que "las dinámicas de presión sobre el régimen se han mantenido" y que la comunidad internacional ha seguido "reforzando las denuncias y condena" al Gobierno.
En una declaración pública leída en abril por el canciller Denis Moncada, Nicaragua anunció el cierre de las oficinas de la OEA en Managua y ratificó su "invariable decisión de abandonar" la organización.
El gobierno ya había anunciado su decisión de retirar al país de la OEA en noviembre de 2021, luego de que el organismo rechazara la legitimidad de las elecciones celebradas ese mes, en las que el presidente Daniel Ortega obtuvo una nueva reelección, con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, y con siete de sus adversarios en prisión y dos en el exilio.
La permanencia de Nicaragua en la OEA estaba en duda desde que el organismo aprobó el proceso de aplicación de la Carta Democrática Interamericana por los señalamientos contra Ortega sobre violaciones a los derechos humanos en 2018, en el marco de las manifestaciones antigubernamentales que, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dejaron 355 muertos.
Nicaragua, que vive una crisis sociopolítica desde 2018, pero acentuada desde las elecciones pasadas, podrá retirarse oficialmente de la OEA en noviembre de 2023, una vez que se cumplan dos años desde el anuncio de su decisión.
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