Miles de personas se concentraron en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, frente a la Casa Rosada, para conmemorar el Día de la Democracia y los Derechos Humanos, en que participó el actual presidente de Argentina, Alberto Fernández, junto a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y los ex presidente de Brasil y Uruguay, Luiz Inácio Lula da Silva y José Mujica.
El gobierno argentino organizó un acto para conmemorar la fecha en la que Raúl Alfonsín asumió como primer presidente democrático después de la sangrienta dictadura militar, que según organismos de derechos humanos asesinó a 30 mil disidentes.
Sin la presencia de referentes de la oposición ni de otros expresidentes que sucedieron al ya fallecido Alfonsín, el acto se volvió la excusa para reunir otra vez en el escenario a dirigentes progresistas que gobernaron la región en la década pasada justo en momentos en que Sudamérica está atravesada por una puja cada vez más radical entre la centro-izquierda y la derecha.
Lula recibió el viernes un fuerte espaldarazo de miles de argentinos arengados por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner para pelear por la presidencia de Brasil durante el multitudinario acto para celebrar los 38 años del retorno de la democracia en Argentina.
“Que Lula vuelva a ser presidente de Brasil”, pidió Fernández de Kirchner, actual vicepresidenta y ex mandataria desde un escenario en la histórica Plaza de Mayo de Buenos Aires. Miles de personas victorearon al dirigente brasileño al grito de “vamos a volver”.
“No lo necesitamos nosotros, sino millones de brasileños que quieren volver a sentirse incluidos, tener un salario digno y mandar a sus hijos a la universidad”, apuntó la líder peronista.
Lula, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, fue parte —junto a Fernández de Kirchner— de la ola de gobiernos progresistas que predominaron en Sudamérica en la primera parte del siglo XXI, en un periodo de prosperidad económica y mejora de indicadores sociales que coincidieron con precios récord de materias primas. Al mismo tiempo sus gestiones estuvieron ensombrecidas por graves denuncias de corrupción.
El dirigente izquierdista de 76 años no ha oficializado aún su postulación a un tercer mandato en las elecciones de 2022, pero se perfila como el candidato con más chances de impedir la reelección del liberal Jair Bolsonaro.
Encarcelado en abril de 2018, Lula no pudo participar en la elección que ganó Bolsonaro. Recuperó la libertad en noviembre de 2019 cuando la Corte Suprema falló que una persona solo puede ser encarcelada una vez que se han agotado todas las apelaciones.
“Lula ha sido un líder latinoamericano inmenso. Lo es aún”, destacó el presidente argentino Alberto Fernández. “Lula, siempre que un hombre pase lo que te tocó pasar a ti, voy a estar al lado de ese hombre, porque ningún hombre merece la cárcel injusta”.
El ex presidente uruguayo José Mujica ofició de presentador del “querido y compañero amigo Lula, que va a ser el presidente de Brasil”.
Lula no se refirió a su eventual candidatura, pero recordó que “tuve la felicidad de gobernar Brasil en periodo...(en el que) compañeros progresistas, socialistas, humanistas fueron parte del mejor momento de democracia de nuestra Patria Grande” y mencionó entre otros a Néstor Kirchner en Argentina; Evo Morales en Bolivia; Hugo Chávez en Venezuela, Rafael Correa en Ecuador y Michelle Bachelet en Chile.
El ex mandatario brasileño afirmó que mucha gente joven “no tiene todas las informaciones, pero puedo afirmar que nuestra América del Sur de 2000 a 2012 fue el mejor periodo, cuando expulsamos al ALCA y afirmamos el Mercosur, cuando creamos UNASUR, creamos la CELAC”.
Lula agradeció “a cada hombre y mujer de Argentina que le prestaron solidaridad” cuando estuvo detenido y en la única referencia al futuro le prometió al presidente argentino Fernández que “estaré a su lado para mejorar la vida del pueblo argentino”.
La negociación con el FMI, entre los colados del discurso
Mientras enviados argentinos negocian a contrarreloj un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington, la vicepresidenta y exmandataria Cristina Fernández de Kirchner volvió a dejar expuestas sus diferencias con el organismo de crédito.
“Permítame compañero presidente ser un poco desconfiada: el FMI ha venido condicionando a la democracia Argentina, no es de ahora”, expresó Fernández de Kirchner, quien gobernó el país entre 2007 y 2015, desde el mismo escenario que compartió el viernes con el presidente Alberto Fernández.
La nación negocia un acuerdo con el FMI para reestructurar una deuda de 45 mil millones de dólares contraída en 2018 por el entonces presidente conservador Mauricio Macri. Su sucesor entiende que un arreglo es clave para dar señales a los mercados y equilibrar las variables económicas.
Sin embargo, la vicepresidenta ha manifestado públicamente que no apoyará un acuerdo que contemple ajuste del gasto público, una condición que atenta contra el programa de políticas populistas que impulsa la dirigente.
“Al que no le soltaron la mano fue al que vino antes que nosotros (en referencia al Mauricio Macri), a ese se la pusieron toda la tarasca (dinero) para ganar las elecciones", sostuvo Fernández de Kirchner. “Tampoco les dieron resultado, no pudieron torcer la voluntad del pueblo. ¿Por qué, entonces, no se dan cuenta que los programas de hambre, las políticas de ajuste pueden ser impuestas un tiempo pero que al final siempre colapsan? ”.
Este mismo viernes el FMI emitió un comunicado en el cual manifestó que “hubo avances en el trabajo técnico" entre las partes de la negociación.
“Si bien serán necesarias más discusiones, el equipo del FMI y las autoridades argentinas siguen plenamente comprometidos con su trabajo conjunto sobre un marco y políticas para un programa respaldado por el FMI”, dijo el organismo horas antes.
La vicepresidenta propuso que el organismo “nos ayude a recuperar los miles y miles de millones de dólares que se fugaron" al exterior. “Presidente, comprométase a que cada dólar que se fugaron se lo vamos a pagar al Fondo. Que sea un principio de la negociación”.
A su turno, el presidente Fernández manifestó “tranquila Cristina, no vamos a negociar nada que signifique poner en riesgo el crecimiento y el desarrollo social de la Argentina”.
“Nosotros vamos a cumplir con las obligaciones que asumieron otros, pero el día que las tomemos como propia no va a ser a costa de la educación y la salud publica, de los salarios... la Argentina del ajuste es historia, no hay más posibilidades que eso ocurra”, concluyó el mandatario.
Alberto Fernández participa en la Cumbre de Biden por la Democracia
Horas antes, el presidente argentino, Alberto Fernández, aseguró que "la democracia no se exporta ni se impone", al participar mediante un video de la llamada "Cumbre por la Democracia" organizada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
"La democracia supone no intervención, la democracia no se impone ni con sanciones ni por la fuerza. La democracia es como la paz, no se exporta ni tampoco se impone", afirmó el mandatario argentino, según un comunicado de la Presidencia.
Fernández enfatizó que "la democracia es el mejor mecanismo que existe para que los pueblos sean gobernados por quienes creen ser aquellos que son sus mejores representantes", y sostuvo que "en Latinoamérica estamos viviendo un proceso singular, donde muchos países del continente van cambiando sus gobiernos y los procesos democráticos se van consolidando".
Afirmó que la región vivió "también un momento difícil. Hablo de Bolivia nuestra querida república hermana. Bolivia ha padecido (en 2019) un golpe avalado por gran parte de la comunidad internacional y por la Organización de los Estados Americanos (OEA), y pudo recuperarse y recuperar la democracia y hoy en día tiene vigencia plena la institucionalidad allí".
"La democracia es, por sobre todas las cosas, diálogo y ese diálogo hay que asumirlo en un ámbito de convivencia y esa mejor convivencia se valida día a día. Trabajemos para que la democracia sea el mejor garante de la paz mundial", instó Fernández.
Lula recibe placa en Argentina por su compromiso con los derechos humanos
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva recibió este viernes en Buenos Aires una placa conmemorativa por su compromiso con los derechos humanos, en el marco de la entrega de premios Azucena Villaflor 2021.
Lula recibió la placa de manos del secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, por su "trayectoria en favor de los derechos humanos" de los pueblos "y su aporte a la construcción y la unidad de la 'Patria Grande'".
Fernández, encabezó la ceremonia de entrega de premios junto a la vicepresidenta y ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner , en la que se distinguió a seis personalidades del país por su compromiso con los derechos humanos.
"Hoy celebramos el día de la democracia que conmemora aquel 10 de diciembre que terminó con la tragedia argentina de la dictadura genocida y coincide con el día internacional de los Derechos Humanos", dijo Alberto Fernández en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada.
"Estoy muy contento que mi amigo Lula, que ha sido perseguido y condenado injustamente, tenga la reivindicación que merece. La de un hombre de bien que nunca vulneró un derecho y siempre luchó por la democracia", agregó Alberto Fernández.
Por último, Fernández dedicó unas palabras para el ex presidente uruguayo, José Mujica que también participó en el evento.
"Me complace mucho hoy nos esté acompañando mi querido Pepe Mujica que ha sido víctima de la falta de Estado de Derecho con un encarcelamiento de muchos años y nos hizo disfrutar de su Presidencia en Uruguay", expresó Fernández.
dmr