El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, exigió a los pandilleros, mediante un mensaje en Twitter, que "paren de matar ya" y advirtió que si la escalada de asesinatos en el país no cesa, sus compañeros presos "la van a pagar también".
"Tenemos 16 mil homeboys (pandilleros) en nuestro poder. Aparte de los mil arrestados en estos días. Les decomisamos todo, hasta las colchonetas para dormir, les racionamos la comida y ahora ya no verán el sol. Paren de matar ya o ellos la van a pagar también", publicó Bukele.
En las imágenes, los uniformados llevan con prisa a los reos, esposados, descalzos, con el torso desnudo y solo vistiendo una trusa blanca. Algunos de ellos se caen en el camino. Cientos son filmados sentados en el piso, uno pegado al otro.
Las pandillas poseen unos 70 mil miembros en El Salvador, de los que 16 mil se encuentran encarcelados. La reacción del mandatario llega un día después de la declaratoria nacional de estado de excepción, tras una ola de homicidios presuntamente ordenados por las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18.
Los derechos suspendidos son la libertad de asociación y reunión, el derecho a la defensa, la prohibición de la intervención de las telecomunicaciones, además se amplió el plazo de la detención administrativa a 15 días, cuando normalmente es de 3 días. Pese a esta medida extraordinaria y a las detenciones masivas, las pandillas mantuvieron el domingo su desafío al gobierno de Bukele.
La disposición del mandatario fue criticada por el exsecretario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrão.
"Populismo penal: ilegalidades para enfrentar ilegalidades. Barbaries para enfrentar barbaries", escribió en Twitter Abrão. De inmediato Bukele le respondió a Abrão: "ustedes en la OEA y la CIDH fueron los que patrocinaron la tregua (entre pandillas) que solo fortaleció a las pandillas y les permitió acumular recursos, dinero (y) armamento (...)".
El país registró el viernes 14 homicidios, 11 el domingo y el sábado 62, por lo que este último día se convirtió en el más mortífero de la historia reciente de El Salvador. Las autoridades atribuyen a las pandillas, principalmente a la Mara Salvatrucha (MS13),la ola de violencia, pero aún no han explicado la razón del alza.
Esta no es la primera vez que un gobierno salvadoreño busca combatir a las pandillas con detenciones masivas. En el pasado lo hicieron los expresidentes Francisco Flores (1999-2004) y Elías Antonio Saca (2004-2009), con sus planes Mano Dura y Súper Mano Dura.
Sin embargo, los índices de homicidios se mantuvieron en alza hasta 2015, cuando El Salvador se convirtió en el país más violento del mundo con 103 asesinatos por cada 100 mil habitantes. Después de ese año, las cifras comenzaron a disminuir paulatinamente y la caída se acentuó desde 2019, cuando Bukele llegó a la Presidencia.
El Salvador cerró 2021 con la tasa más baja de homicidios desde el fin de la guerra civil en 1992, con 18 muertes por cada 100 mil habitantes, según datos oficiales. El total de homicidios, mil 147, también representó una reducción frente a 2020, cuando hubo mil 341.
dr