Al menos diez personas, entre ellos una niña, murieron ayer en varias ciudades de Nicaragua en operativos de paramilitares contra manifestantes atrincherados en barrios y carreteras, acusó un organismo de derechos humanos independiente.
La situación era principalmente tensa en la ciudad de Masaya, a 27 kilómetros de la capital, sitiada y bajo ataque de fuerzas combinadas de policías y paramilitares, informó Álvaro Leiva, director de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH). Leiva dijo al Canal 15 (privado) que era urgente establecer un “corredor humanitario” para evacuar a gran cantidad de heridos, al menos 20, y poder salvar vidas.
Mientras, en México, el cardenal Carlos Aguiar pidió orar por los obispos de Nicaragua que, dijo, están viviendo una enorme y difícil tensión.
En la misa del domingo en la Basílica, Aguiar llamó a los fieles “a pedir por el cardenal Leopoldo Brenes y por los demás obispos y hombres de buena voluntad para que puedan ayudar a su pueblo a encontrar los caminos de la justicia y de la paz”.
De hecho, el obispo de Estelí, monseñor Abelardo Mata, salió ileso ayer de un ataque a tiros de paras cuando circulaba en su vehículo al sur de Managua, informó la Curia Arzobispal. “Su vehículo sufrió daños, pero él y su conductor resultaron ilesos del ataque” tras refugiarse en una casa, informó la Curia. Confirmó que los tiros fueron hechos por paramilitares.
También en un tuit, Antonia Urrejola, relatora especial para Nicaragua de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), reportó “la represión violenta” en esas ciudades con muertos, heridos y detenidos. “El Estado parece ignorar el diálogo (pero) debe garantizar la vida de las personas y respetar el debido proceso legal”, afirmó.
Nicaragua vive su peor crisis en 40 años. Comenzó en abril con una protesta estudiantil y se extendió al país tras la violenta reacción policial con saldo de al menos 351 muertos, la mayoría civiles, según organismos humanitarios.
La Unión Europea y los gobiernos de España, Costa Rica, Ecuador y Chile condenaron en las últimas horas la creciente violencia contra estudiantes y civiles y urgieron al gobierno de Daniel Ortega a reanudar el diálogo.
“Los actos de violencia contra estudiantes y civiles, así como la demora en dar asistencia médica de urgencia a los heridos, son deplorables”, dijo en un comunicado la canciller europea, Federica Mogherini. La Cancillería española también urgió al cese de la presión, lo mismo que el gobierno de Costa Rica, que denunciará hoy ante la ONU “el uso de la fuerza letal contra estudiantes y civiles” y el gobierno de Ecuador urgió a Ortega, en el poder desde hace 11 años, a garantizar los derechos humanos. Costa Rica anunció que este lunes denunciará ante el titular de la ONU, Antonio Guterres, de visita en su país, “el uso de la fuerza letal” contra la población.
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Managua y México /
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