El occidente de Cuba permaneció este jueves y prácticamente aislado del resto del país y del mundo por la caída de los servicios de electricidad, Internet y telefonía móvil a causa de la embestida del huracán Ian el martes y con la noticia de que, al menos, tres personas fallecieron como consecuencia de los fuertes vientos y tormentas.
Desde la tarde de ese día, todas las termoeléctricas dejaron de generar electricidad “por problemas atmosféricos”, según la versión oficial del desastre, que de inmediato repercutió en los servicios básicos, incluida la distribución de agua.
La conexión a internet vía móvil seguía intermitente este jueves, pero el ingeniero Lázaro Guerra, directivo de la estatal Unión Eléctrica (UNE) dijo al medio día que “se ha avanzado” en la puesta en operaciones de las termoeléctrica del occidente y del centro del país. El funcionario puntualizó que “ahora intentamos hacer lo mismo en el oriente para después interconectar todo el sistema de este a oeste”. Guerra no precisó cuándo se lograría la interconexión para después ir restableciendo el suministro de electricidad.
En las provincias occidentales de Artemisa, Mayabeque y La Habana, que sólo recibieron los golpes colaterales del ciclón, hay servicio eléctrico en algunas barriadas, pero en Pinar del Río, la provincia más afectada, la UE informó que “estaríamos sin electricidad unos 10 días”, según reportes de la televisión de ese territorio.
En recorrido este día por el oeste de La Habana, MILENIO constató una agudización del desabastecimiento de alimentos; las panaderías privadas comercializaban a ratos y las estatales lo hacían con racionamiento y en tiempo limitado por las tardes. Aún en esas condiciones de agobio, no se han reportado asaltos a comercios o manifestaciones contra el gobierno, aunque sí se registra malestar por la versión oficial sobre lo que habría colapsado la generación de electricidad.
“A partir de lo que informaron, la impresión que yo tengo es que ese desastre ocurrió por una mala manipulación de las cargas eléctricas por la UNE”, comentó Víctor Pedroso, ex combatiente cubano en Angola y Etiopía, percepción que compartieron otros de sus compatriotas.
Ian golpeó a Cuba durante siete horas consecutivas el martes pasado con vientos de hasta 205 kilómetros por hora en Pinar del Río. En Artemisa, Mayabeque y La Habana la fuerza de los vientos osciló entre los 90 y 105 kilómetros por hora.
Hasta el momento, sólo se han reconocido tres muertos y grandes afectaciones a la economía. En el occidente de Cuba están operando con plantas propias de electricidad y conexión a internet en instituciones gubernamentales y empresas estatales.
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