El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, acusó al organismo de derechos humanos de las Naciones Unidas de ser "un instrumento de la política de la muerte, del terror y la mentira", en rechazo a un contundente informe de éste que criticó duramente al gobierno por violación a las libertades fundamentales.
Hablando ante simpatizantes en Managua, Ortega calificó de "ciegos" a los delegados de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) que investigaron los hechos de violencia ocurridos en los últimos cuatro meses en el país, donde según diversas ONG han muerto casi 450 personas.
"Este organismo de Naciones Unidas que tiene que ver con los derechos humanos no es más que un instrumento de la política de la muerte, de la política del terror, de la política de la mentira, de la política de la infamia. ¡Son infames!", exclamó.
En el informe presentado, la OACNUDH condenó la "represión y represalias" del gobierno de Ortega contra civiles que protagonizaron protestas desde abril pasado, las que fueron violentamente disueltas por policías y paramilitares, y confirmó que la acción gubernamental dejó "al menos 300 muertos y unos 2 mil heridos".
"La grave crisis de derechos humanos se ha caracterizado por múltiples formas de violencia y represión", señaló el estudio, que confirmó "ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, torturas, malos tratos y violaciones al derecho a la libertad de opinión, expresión y reunión pacífica".
"La violencia y la impunidad de los últimos cuatro meses han puesto de relieve la fragilidad de las instituciones del país y del Estado de derecho, y han generado un contexto de miedo y desconfianza", añadió el titular de la institución, Zeid Ra’ad Al Hussein.
Asimismo, Al Hussein llamó al Consejo de Derechos Humanos y a la comunidad internacional a adoptar "medidas específicas" para evitar disturbios sociales y políticos aún más graves, así como a exigir responsabilidades por las violaciones y abusos de derechos humanos y reparar a las víctimas.
Ortega respondió diciendo que la ONU y sus organismos "no actúan con justicia" porque "para ellos los terroristas golpistas son unos angelitos" y aseguró que en sus informes "los 22 policías asesinados no existen". Adujo que el estudio tampoco cuestionó los "tranques" o retenes colocados por los manifestantes.
"Esa comisión de las Naciones Unidas (está) manejada ya sabemos por quiénes, por los poderosos, por los que se han adueñado de continentes enteros, por los que han cometido genocidios sobre pueblos enteros", afirmó el gobernante de 72 años.
"Son los mismos que convirtieron en esclavos a pueblos de continentes enteros (...) los mismos colonialistas que han invadido y siguen destrozando a pueblos enteros", agregó.
Durante el acto, Ortega recibió de manos de una activista sandinista una lista con 524 mil firmas recogidas por el gobierno para "hacer justicia y castigar" a los responsables de 198 muertes que las autoridades contabilizan.
"Esos crímenes no pueden quedar impunes, vamos a seguir luchando por la justicia", insistió el mandatario en aparente alusión a la actual ola de capturas y arrestos de civiles en todo el país.
Ortega dijo que a raíz de la crisis unos 26 mil nicaragüenses emigraron a Costa Rica y sostuvo que "la mayoría no son criminales" y que "los que se sientan libres de pecado pueden regresar, con la seguridad de que nadie los va a detener".
Anunció que propondrá al gobierno de Costa Rica que le entregue una lista "de los que están pidiendo refugio, asilo, y poder decirles: miren, de todos éstos, son éstos los que tienen acusaciones por delitos, porque mataron, torturaron, destruyeron o quemaron".
Más temprano, el gobierno había emitido un comunicado rechazando "de manera integral el informe presentado por la OACNUDH por considerarlo subjetivo, sesgado, prejuiciado y notoriamente parcializado, redactado bajo la influencia de sectores vinculados a la oposición".
En rueda de prensa tras conocerse el informe de la OACNUDH y la reacción oficial, el representante de la ONU en Managua, Guillermo Fernández Maldonado, afirmó que el proceso del informe "no se hace a escondidas del gobierno sino en consulta con el gobierno y responde al mandato universal" del organismo internacional.
Destacó que el estudio se elaboró en base a "decenas de reuniones, centenares de entrevistas y revisión de documentos", entre los que se incluyeron 40 comunicaciones de ministerios de Estado.
También dijo que el informe concluyó que no hubo un "intento de golpe de Estado" contra Ortega, como alega el gobierno, porque las autoridades no les proporcionaron información ni pruebas que sustentaran ese argumento.
A través de un tuit, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA y su misión desplegada en Nicaragua dijeron respaldar el informe. "Coincidimos integralmente con el diagnóstico" de la OACNUDH, expresó la CIDH.
La crisis en Nicaragua estalló el 18 de abril con una protesta estudiantil contra el proyecto de reforma de la seguridad social que, pese a la anulación de la medida, se extendió y agravó tras la violenta actuación de la Policía y el Ejército. ONGs de derechos humanos cifran en 450 muertos y 2 mil 800 heridos las víctimas desde entonces, pero el Gobierno de Ortega reconoce sólo 198 muertes.
jamj