La apertura al matrimonio gay, concebida por el proyecto de reforma total a la Constitución de Cuba, centró los debates de hoy en el parlamento unicameral de la isla, que desde hace cuatro días delibera sobre esos cambios, como preámbulo a las discusiones previstas el mes próximo en todas las barriadas del país.
Y al igual que el sábado, las discusiones de este domingo sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo y las facilidades que el Estado debería garantizar en temas colaterales como la adopción de hijos, fueron zanjadas con la decisión de esperar los resultados de la consulta popular prevista.
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La diputada Yolanda Ferrer dijo que desde los años 60 del siglo pasado la líder de la Federación de Mujeres Cubas, Vilma Espín (1930-2007), era partidaria de reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero que las “condiciones no estaban madura” para su aprobación en la Constitución de 1976, que ahora se busca reformar.
Ex guerrillera, Vilma Espín fue esposa de Raúl Castro, primer secretario del Partido de Cuba, y madre de Mariela Castro, cabeza visible de las luchas en la isla por la igualdad de género, quien como diputada intervino varias veces hoy en las sesiones del legislativo. Raúl Castro también disputado y presente en las sesiones sólo ha intervenido una vez para solicitar agilidad en las discusiones.
Según Homero Acosta, secretario del Consejo de Estado, el proyecto que se debate en la AN desde hace cuatro días, primero en comisiones y después en sesión plenaria, con transmisión en vivo de la televisión pública, busca establecer un marco legal que trascienda al llamado “liderazgo histórico de la revolución”, como sustento de un futuro “Estado socialista de derecho”.
De ahí la iniciativa de llevar todas las propuestas a discusión popular. En Cuba hay hondas raíces machistas, al menos tres generaciones se han habituado al poder omnipresente del Estado y hay sectores que ven con recelo el desarrollo de la propiedad privada.
Tras las discusiones a nivel de barriada, el proyecto volverá a discusión en el parlamento y por último será sometido a referendo.
En los debates de hoy, sin embargo, la tendencia generalizada fue a favor de abrir las puertas al matrimonio gay, dejando para un momento posterior la creación de leyes específicas. Acosta dijo en una de sus intervenciones que de ser finalmente aprobado ese tipo de unión consensuada el tiempo de implementación de leyes específicas duraría un año.
jamj