Once países latinoamericanos se comprometieron ayer en Quito a continuar con la recepción humanitaria de inmigrantes venezolanos, pero le solicitaron a “los Estados cooperantes y/o a los organismos internacionales especializados” incrementar la ayuda en proporción al número de personas que recibe cada uno.
La Declaración de Quito, expedida al término de una reunión técnica de dos días convocada por Ecuador, constituye una manifestación no vinculante en la que se aclara que la ayuda seguirá siendo prestada “de manera individual” y según lo que permita cada legislación.
En el documento de 18 puntos los firmantes además le reiteran a Venezuela “preocupación por el grave deterioro de la situación interna que provoca la migración masiva”. Caracas niega que haya tal éxodo, a pesar de que las Naciones Unidas lo calcula en más de 2.3 millones de personas en los últimos cuatro años.
Los firmantes son Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, México, Panamá, Paraguay, Uruguay, Colombia, Perú y Ecuador.
En la reunión estaban potenciales aportantes como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Corporación Andina de Fomento y organismos de las Naciones Unidas.
En respuesta, desde Caracas el presidente de la Asamblea Constituyente, el poderoso dirigente Diosdado Cabello, tildó de “vergüenza” y “de asco” la reunión de los once países.
Piden recursos ante éxodo venezolano
Caracas niega que haya tal éxodo, a pesar de que las Naciones Unidas lo calcula en más de 2.3 millones de personas en los últimos cuatro años.
Quito /
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