Otro diplomático canadiense destinado en Cuba fue diagnosticado con un misterioso trauma cerebral, en medio de una especie de epidemia que comenzó en 2016 a afectar a funcionarios de Canadá y Estados Unidos, informaron altos responsables de Ottawa.
Este último caso, detectado a "principios de verano de 2018", eleva a 13 el número de afectados entre diplomáticos canadienses y sus familiares.
"Las pruebas médicas han confirmado que un trabajador más ha sido afectado por síntomas de salud extraños", dijo el funcionario, que añadió que "son similares a los experimentados antes por personal diplomático en Cuba".
Canadá ya ha comenzado a revisar su presencia diplomática en Cuba, informó a periodistas una fuente gubernamental de Ottawa a condición de mantener el anonimato.
"Todas las opciones para asegurar la salud y la seguridad de nuestros diplomáticos en La Habana están abiertas", aseguró el funcionario.
Los canadienses afectados continúan recibiendo asistencia, mientras que la policía federal inició una investigación con la colaboración de autoridades de Estados Unidos y Cuba.
En un principio, Washington y Ottawa sospecharon de un ataque con algún tipo de arma acústica, con el fin de tensar las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba. Aunque Canadá concluyó después que esta hipótesis era "improbable".
Médicos y funcionarios estadunidenses han apuntado a "un nuevo tipo de lesión cerebral adquirida", definida en la edición de febrero del Journal of the American Medical Association por expertos en salud de la Universidad de Pensilvania que trataron a 21 diplomáticos afectados, una tesis aceptada por Canadá.
Los síntomas de los afectados son fatiga, mareos, dolor de cabeza, dificultad para oír y ver, pérdida del equilibrio, náusea y falta de concentración.
jamj