A 20 meses de que Evo Morales dejó a la presidencia de Bolivia, en medio de acusaciones de fraude electoral que desataron la turbulencia social, el Ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Rogelio Mayta, es tajante en sus reflexiones: La intervención de México para rescatar al histórico líder de izquierda, y luego darle asilo, evitó un magnicidio.
- Te recomendamos Bolivia condena a Mauricio Macri por haber fomentado "golpe de Estado" desde Argentina con envío de armamento Latino América
En una entrevista con MILENIO, también reveló que, detrás de la renuncia de Evo Morales hay un factor involucrado del que poco se ha hablado: la cada vez más creciente influencia del lobby detrás de la industria del litio, donde su país es uno de los líderes mundiales.
En ese sentido explicó que, en 2019, el gobierno boliviano había firmado una serie de contratos con empresas extranjeras para explotar los yacimientos de litio que hay en el país, y es en esas circunstancias, que se da la crisis política.
También negó que los cárteles mexicanos se hayan infiltrado en Bolivia como sí sucede en otros países sudamericanos y aseguró que en su país han buscado otras formas de enfrentar el problema que no tengan que ver con la confrontación violenta.
- ¿Si México no hubiera intervenido en noviembre de 2019, las cosas habrían sido diferentes?-
La verdad, probablemente, habría sido diferente. Porque la mano de México, o sea el actuar de México, respecto al presidente Morales al resguardarle, primero que ha salvado su vida y la vida de su comitiva.
Segundo, que si se hubiese cometido ese magnicidio, si la gente llena de odio, de prejuicios, hubiese llegado a consumar ese hecho el impacto de la sociedad boliviana hubiese sido muchísimo mayor.
Si hubiera vivido una situación de muerte de importantes líderes como el presidente, el vicepresidente, la situación en la que podía haberse dado ese asesinato, porque no iba a ser de otra forma, probablemente la reacción de estos sectores populares iba hacer muchísima más dura todavía.
Si ellos cometían la imprudencia de asesinar al presidente Morales ese golpe de Estado no hubiese triunfado. Hubiese sido aplastado por la movilización popular. Habría costado cientos, tal vez miles, de vidas. Eso se evitó y finalmente pudimos reencauzar a través de una salida democrática: una elección. Que como ya había ocurrido en 2019 en 2020 le dio la preferencia electoral al Movimiento al Socialismo [el partido fundado por Evo Morales].
-¿Cómo se dio el acercamiento? ¿México se ofreció a ayudar?-
Bueno, más que México ofrecerse había una necesidad de la gente que estaba siendo perseguida con riesgo de su vida.
- Le pediría que haga una reconstrucción de lo que sucedió en noviembre de 2019, pero desde la óptica de Bolivia-
Una crisis política que en medio de movilizaciones de parte de nuestra sociedad recibió un impulso decisivo por parte de algunos sectores que estaban muy interesados en que el presidente Morales dejara la presidencia.
Eso finalmente ha llegado a un momento culminante en que se ha roto el orden constitucional. Lastimosamente quienes rompiendo el orden constitucional llegaron al gobierno de Bolivia [en referencia a la ex presidenta interina Jeanine Áñez] como estrategia para su consolidación desplegaron acciones de terrorismo de Estado.
-¿Es preciso decir que el golpe de Estado en contra del presidente Morales fue motivado por los intereses de la industria del litio?-
A la distancia se puede ver que es uno de los factores. Es algo que probablemente el tiempo termine de develar. Cuando empezó la crisis fue muy particular que una de las banderas que se enarbolaron fue, precisamente, el cuestionamiento del contrato que tenía suscrito Bolivia con esta empresa. Supuestamente inequidad en el contrato. La experiencia histórica nos enseña que no todo sale a la luz "de buenas a primeras".
Cada vez sabemos más sobre reportes que indican que drogas, como la cocaína, están viniendo de Sudamérica, ¿Hasta dónde los cárteles mexicanos han logrado infiltrarse en Bolivia?
Nuestro Ministerio de Gobierno no ha detectado cárteles mexicanos operando como en otras latitudes prácticamente de manera institucionalizada. Creo que eso se refleja en que Bolivia, no obstante existe el narcotráfico, no existe la violencia que va ligada a esto.
Bolivia ha encarado este problema, básicamente, separándose de los esquemas convencionales que están ligados a la visión norteamericana de lucha hasta militar.
dmr