Francotiradores podrían comenzar a ser utilizados por la policía para matar a sospechosos que porten fusiles en las favelas de Río de Janeiro, según una propuesta del gobernador electo de ese Estado, que fue apoyada por el futuro ministro de Defensa de Brasil.
"Es una reacción necesaria a la exhibición ostentosa de armas de guerra en las manos, muchas veces, de jóvenes" en Río de Janeiro, afirmó el general retirado Augusto Heleno, designado responsable de defensa por el ultraderechista Jair Bolsonaro.
En declaraciones a Radio Nacional, Heleno defendió el endurecimiento de las medidas contra el crimen frente a la ola de violencia que azota a Brasil, y en especial a la ciudad de Río.
El país registró el año pasado 63 mil muertes violentas, 30.8 por cada 100 mil habitantes, aunque en Río la tasa es de 40.4/100 mil, según la ONG Foro de Seguridad Pública.
Criticada inmediatamente por organizaciones de derechos humanos, la propuesta fue lanzada por el gobernador electo del estado Wilson Witzel.
La idea, explicó, es que la policía entrene a comandos de élite para matar a "criminales" que lleven armas largas.
"Prefiero defender agentes en los tribunales que ir a su funeral. El policía será defendido (...), lo que me incomoda es ver a un bandido con el fusil en la calle", sostuvo Witzel.
Su iniciativa coincide con el programa de Bolsonaro de radicalizar el combate a la delincuencia, mediante la flexibilización del porte de armas y garantías jurídicas para los uniformados que la combatan.
Sin embargo, Amnistía Internacional cuestionó que Witzel pretende otorgar una licencia para matar a "personas que estén armadas", aun sin que amenacen de forma inminente la vida de otras.
"Tal medida podría tener un impacto desastroso en el aumento de homicidios y de violencia armada en ciudades", alertó el organismo en un comunicado.
El general Heleno insistió en que la propuesta puede resultar tan efectiva como en Haití, donde comandó las tropas de la misión de la ONU para la estabilización del país caribeño.
Sin embargo, tiene que "ser muy bien aplicada para no parecer que se está autorizando a matar. Eso no es lo que se pretende", enfatizó.
El desborde de violencia en Río llevó al gobierno federal a decretar en febrero pasado la intervención militar de las tareas de seguridad en el Estado, el segundo más rico del país.
jamj