La Segunda Sala de Supremo Tribunal Federal de Brasil anuló una serie de informes financieros utilizados contra el senador Flavio Bolsonaro, hijo mayor del presidente Jair Bolsonaro, en una investigación por corrupción que ya ha sufrido varios reveses en instancias judiciales inferiores.
Por tres votos contra uno, los magistrados declararon que cuatro de los cinco informes de inteligencia financiera que sirvieron para que la Fiscalía de Río de Janeiro denunciara, en noviembre de 2020, a Flavio Bolsonaro, se obtuvieron "de forma irregular".
El Ministerio Público acusa al hijo mayor de Bolsonaro de enriquecerse a partir de la contratación fraudulenta de funcionarios para su gabinete durante su etapa como diputado regional de Río de Janeiro.
La decisión del Supremo se suma a otra tomada el pasado 9 de noviembre por el Superior Tribunal de Justicia (STJ), que entonces dejó sin efectos todas las diligencias autorizadas por el juez de primera instancia de Río de Janeiro encargado del caso, bajo el argumento de que no tenía competencias para ello.
En febrero, el STJ también anuló otra parte de la investigación al considerar que la suspensión del secreto bancario y fiscal del hoy senador, ordenada entonces por la Fiscalía, no cumplió con la legalidad vigente.
Ahora, la Segunda Sala del Supremo, la máxima instancia judicial del país, argumentó que los investigadores compartieron datos financieros, que reflejaban movimientos bancarios atípicos en cuentas de Flavio Bolsonaro, de forma "ilegítima" y sin el debido aval de la justicia. Esta serie de triunfos judiciales del primogénito de Bolsonaro prácticamente han vaciado de contenido la investigación en su contra.
Flavio Bolsonaro fue denunciado ante los tribunales por los delitos de organización criminal, malversación, lavado de dinero y apropiación indebida, en el caso de las "Rachadinhas", como popularmente se conoce en Brasil.
Según la acusación, el vástago del presidente brasileño lideraba y se beneficiaba de una trama que se apropió durante años de parte de los salarios de funcionarios contratados fraudulentamente para su gabinete en la Asamblea Legislativa de Río, aunque en realidad estos no ejercían función alguna.
Flavio Bolsonaro, quien siempre ha negado de manera tajante esas sospechas y se ha declarado víctima de una "persecución política" que busca dañar la imagen de su padre, fue diputado de Río entre 2003 y 2019, cuando asumió un escaño en el Senado.
dmr