Unos 2.7 millones de uruguayos están llamados este domingo a votar en un referendo que plantea derogar 135 artículos de una ley en el corazón de una reforma planteada por el actual gobierno del presidente Luis Lacalle Pou, la Ley de Urgente Consideración (LUC).
La jornada transcurría con calma como es habitual en el pequeño país sudamericano en un ejercicio democrático por el que los uruguayos son especialmente admirados en la región. El presidente Lacalle Pou votó al mediodía en el departamento de Canelones, cercano a Montevideo, y afirmó que "era un día especial" que vivía con "mucha pasión" para cuidar y defender la democracia.
Uruguay "no puede enfrentar una mitad con la otra", señaló el mandatario, destacando que se llega aquí "con una ley que tiene muchos artículos, muchos de los cuales en el Parlamento se modificaron, muchos de los cuales en el Parlamento se votaron por todos los partidos políticos y quedan estos 135 artículos que hoy la ciudadanía en un instrumento de democracia directa tiene que decidir si quedan vigentes como el resto de la LUC o no", afirmó a la prensa.
Los uruguayos podrán acudir a las urnas hasta las 19:30 locales para expresar su voto sobre si derogar 135 artículos de los 476 que constituyen la llamada Ley de Urgente Consideración (LUC), en lo que es considerado como un test clave para el actual gobierno, una coalición centroderechista de cinco partidos, el primero de este signo tras más de 15 años ininterrumpidos de la coalición centroizquierdista Frente Amplio.
La LUC cambió cuestiones tan diversas que abarcan desde las condiciones para ajustar precios de combustibles hasta el rol de las empresas públicas, del Estado en la economía, la educación, el trabajo, la seguridad, el proceso penal uruguayo o la capacidad de pagar bienes en efectivo. Además, prevé la desmonopolización de algunos servicios estatales como internet, telefonía, electricidad o hidrocarburos.
"Voté por el 'sí', creo que es el voto que el Uruguay necesita, en este momento que estamos atravesando de recortes y vulnerabilidades varias y es lo que nos puede dejar en un lugar un poco mejor", afirmó Elia Domínguez, 52 años, licenciada en educación física, que votó en Montevideo a primera hora de la tarde.
El referendo va a medir "los grados de desinformación que hay porque realmente se está viendo afectada la mayoría de la población, sobre todo la gente que menos tiene porque es un gobierno que claramente gobierna para la gente como ellos, para la gente que tiene", señaló Domínguez.
"Voté 'no' y lo hice porque me parece que los cambios que propuso en su momento nos pueden llevar a un mejor país", indicó en entrevista Matías Guillás, 25 años, científico de datos. Para él en el referéndum se miden "la popularidad de las medidas que se tomaron, se evalúan si dieron resultados y si se cree que pueden dar mejores resultados en el futuro".
El Frente Amplio, actualmente el principal partido de la oposición, así como sindicatos y otras organizaciones sociales promueven el voto por el "sí". En 2021 impulsaron una campaña para recolectar firmas para que el referendo pudiera tener lugar.
Más de 760 mil uruguayos firmaron a favor de este referéndum para derogar partes de la LUC, que fue promulgada en 2020 y que constituye la columna vertebral legislativa del gobierno de Lacalle Pou. Además de los contenidos se cuestiona también la forma en que fue aprobada la ley, con carácter de urgencia y sin tiempo para debatir todo en profundidad, y en medio de las restricciones de la pandemia.
Para la oposición, los 135 artículos que quieren derogar vulneran importantes aspectos de "los derechos de la gente". Mientras para el Ejecutivo la ley fue pensada "para el bien de todos los uruguayos", señalando que es una "herramienta importantísima". Para muchos, entre ellos senadores oficialistas, esta ley condensa todo su programa de gobierno.
En Uruguay los referéndums son habituales cada cierto tiempo, pero éste será considerado como una prueba de fuego a la gestión y el apoyo popular del actual gobierno, que se debate entre un revés y un espaldarazo a su gestión.
Aunque las encuestas no han resultado ser muy fiables en el país según un promedio de las últimas publicadas y el sentir de la población, se trataría de un referéndum muy dividido, sin una opción clara que se impusiera frente a otra con mucha ventaja.
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