Ahorros de un año para comprar zapatos; así fue el Black Friday en Venezuela

Decenas de personas acudieron al primer Black Friday venezolano, donde decenas de personas ahorraron por meses para comprar ropa y regalos de navidad.

Miles de personas abarrotaron los centros comerciales de Caracas para comprar ropa y zapatos. (EFE)
AFP
Caracas /

Leonedis aprovechó las rebajas del Black Friday para comprarse unos zapatos con dinero que juntó durante diez meses. En la devastada economía de Venezuela, la jornada de grandes descuentos estuvo más marcada por la necesidad de ahorrar que por la fiebre consumista.

Al trote, decenas de personas ingresaron al centro comercial Sambil, uno de los más grandes de Caracas, buscando los "descuentos de locura" publicitados en redes sociales, que algunos establecimientos fijaron en 20, 30 y 50 por ciento en el primer Black Friday venezolano.

En Cúcuta, la ciudad fronteriza colombiana, miles de venezolanos acudieron a comprar otras mercancías para llevaras a Venezuela. (Reuters)

"Si no es así, no los podría comprar", confió a la Leonedis Gallardo, estudiante de 19 años, mientras hacía fila a las afueras de una zapatería con 20 dólares que ahorró desde enero. Para completarlos tuvo que vender espejos y mesitas de noche de su habitación.

El Black Friday revivió recuerdos de la tradición consumista de la otrora potencia petrolera, opacada por una economía reducida a la mitad en cinco años.

En otra tienda, Génesis Guzmán, con 50 dólares en efectivo que ahorró para compras "muy puntuales", miraba un par de coloridos tenis que le regalaría a su hija de tres años. "Solo me falta agarrarlos", contó sonriente.

"La plata se va comprando comida", aseguró la ama de casa de 28 años, que adquiere dólares poco a poco buscando proteger sus ingresos ante una inflación que cerraría 2019 en 200 mil por ciento, según el Fondo Monetario Internacional.

Algunos centros comerciales en Caracas estuvieron vacíos ante las pocas ofertas en electrodomésticos en el Black Friday. (EFE)

Lo que se ahorra

Tras 15 años de controles del gobierno, las divisas rodaron sin pudor por las cajas del Sambil, ante la pulverización del bolívar, que se ha depreciado 98.3% este año. El dólar también gana terreno por la falta crónica de efectivo.

Con un fajo de 3 mil dólares en billetes de 100, Luis Monroy, un militar retirado de 53 años, se disponía a comprar regalos para Navidad. Una escena extraña en un país donde el ingreso mínimo equivale a sólo 9 dólares.

"Algo uno se ahorra", explicó Monroy, celebrando los descuentos en una tienda de tecnología donde compró un celular de último modelo para su hijo.

Se espera que Venezuela registe una inflación en 2019 de hasta 200 mil por ciento. (AFP)

​Más de 50 por ciento de las transacciones en Venezuela se hacen en moneda extranjera, pero solo 15 por ciento de la población tiene ingresos regulares en divisas y 35 por ciento acceso ocasional, según la consultora Ecoanalítica.

"Aquí la moneda oficial casi que es el dólar (...), es más cómodo para pagar", asegura Yuriet Giampiero, comerciante de 19 años, cargando bolsas con seis pares de zapatos recién comprados.

Algunos compradores sólo observaban las vitrinas de las tiendas; lo más vendido fue ropa y zapatos. (EFE)

Con pocos compradores

Largas colas se formaron a las afueras de tiendas de ropa y calzado. Mientras, el resto del centro comercial se llenaba de curiosos.

Nelson Lara, vendedor de 62 años, esperaba que su negocio de relojes se llenara, pero hacia el mediodía no había vendido nada. Decenas de usuarios se paseaban por los pasillos del lugar, pero solo pocos llevaban bolsas con compras. "Esperamos que para el final del día se llene", contó algo desalentado.

Algunas tiendas se marginaron de la convocatoria por falta de inventario para la jornada, que se extendía hasta la medianoche, algo inusual en Venezuela donde la vida nocturna está muy limitada por la desbordada criminalidad.

En los últimos meses, los venezolanos han utilizado más el dólar estadunidense tras la depreciación del Bolívar de casi el 100 por ciento. (AFP)

"Es imposible" participar, afirmó Máximo Candar, vendedor de electrodomésticos de 45 años. Su negocio, dice, "no tiene la base" para las rebajas significativas que prometió el Black Friday.

La jornada estuvo precedida de un bombardeo publicitario en redes sociales. Pero la mayoría de los compradores "vienen preguntando y se van", sostuvo Candar.

dmr

LAS MÁS VISTAS