La erupción del volcán Cumbre Vieja en la isla de La Palma, Islas Canarias, continúa activa, aunque sus habitantes mantienen la esperanza de que la lava no rebase la ruta que ha seguido para su llegada al mar, donde ya formó un enorme delta (tierra granada) que está aumentando la superficie de la isla.
La lava del volcán de la isla española formó una lengua que gana con velocidad terreno al agua y ya casi alcanza casi las 20 hectáreas de superficie.
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De momento, el viento mantiene alejada de la costa la columna de vapor de agua y de gases tóxicos generada por el contacto entre el magma y el océano.
Sin embargo, las autoridades estaban en alerta porque la agencia meteorológica española, AEMET, esperaba que la dirección del viento cambiara más tarde el jueves y llevara las nubes tóxicas tierra adentro.
El ácido hidroclorídrico y las diminutas partículas de vidrio volcánico suspendidas en el aire pueden provocar irritaciones en la piel, los ojos y el sistema respiratorio.
Como medida preventiva, y hasta que no haya resultados definitivos de un estudio de seguimiento de los gases emitidos, se mantiene en vigor el confinamiento de la población de los vecinos poblados de San Borondón, Marina Alta, Marina Baja, Tazacorte y La Condesa, así como la zona de exclusión de navegación de dos millas.
Los científicos que monitorizan la actividad del volcán no aprecian evidencias de que la dinámica del proceso eruptivo sea estable. Hay otros datos a tener en cuenta que han sido actualizados los satélites del programa de vigilancia Copernicus.
La erupción afectó a 476 hectáreas aproximadamente y 981 inmuebles, de los cuales 855 están destruidos, según el Cabildo de La Palma, que sigue bajo emergencia por la erupción ocurrida del 19 de septiembre.
Por ahora, la superficie está "acercándose a 19" hectáreas, dijo durante esta jornada David Calvo, portavoz del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan).
El volcán, sigue expulsando lava que continúa cayendo al océano Atlántico por la costa oeste de La Palma, tras recorrer seis kilómetros de distancia que ha arrasado con todo a su paso.
"Siguen los ríos de lava descendiendo por el canal de lava hacia el mar (...), estamos en una fase de estabilidad", dijo Calvo más temprano.
Además, las autoridades locales reportaron que ya son 28 kilómetros de carreteras destruidos por la lava.
Los especialistas aseguran que existe una dinámica que se escapa a sus posibilidades de estudio, según Rubén Fernández, director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca).
De tal manera que el proceso eruptivo sigue activo, con predominio de la actividad efusiva, esto es, de emisión de lava fluida, y a lo largo de los frentes de la colada que llegó al mar puede haber.
Por todo, ello, lo más probable es que el volcán puede seguir mostrando episodios de incremento y disminución de actividad, como ocurrió el pasado lunes, cuando estuvo prácticamente parado antes de evolucionar a la llamada “fase hawaiana”.
En cuanto a la columna de cenizas y gases que está emitiendo el volcán alcanzó los 3 mil 500 metros de altitud en las últimas horas y se ha incrementado la emisión diaria de dióxido de azufre hasta las 10 mil 757 toneladas. No obstante, la calidad del aire sigue siendo buena.
El presidente de España, Pedro Sánchez, volverá a la isla de La Palma, aunque no ha concretado fecha. Por lo pronto, el martes autorizó el martes casi 11 millones de euros para la compra y alquiler de casas para los afectados. Unas ayudas que en total llegarán a los 28 millones de euros, que podrían aumentar, independientemente de que el Gobierno de Canarias pedirá a la Unión Europea más de 200 millones de euros.