Líder del PP se retira del Congreso en España tras polémica con Díaz Ayuso

Pablo Casado dejó la sede legislativa luego de las fuertes criticas por informes sobre la adquisición de cubrebocas a una empresa vinculada a amistades y el hermano quien es la representante madrileña.

Pablo Casado en Congreso español. | EFE
José Antonio López
España /

El todavía líder del conservador Partido Popular (PP), Pablo Casado, se despidió hoy del Congreso y lo hizo con la promesa del presidente de España, Pedro Sánchez, de no convocar elecciones anticipadas para aprovecharse de la peor guerra interna en la historia que vive el principal partido de la oposición del país.

El joven político conservador, que llegó al cargo en 2018, vive sus últimos momentos como líder nacional tras la conjura y traición de casi todos sus compañeros que le echarán en las próximas horas o días luego de un supuesto caso de espionaje a la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Casado descubrió que Ayuso había otorgado a dedo una compra de cubrebocas (en plena pandemia, cuando en España morían 700 personas a diario) a una empresa de un amigo de su hermano, Tomás, por la que este último habría recibido casi 300 mil euros de comisión. La presidenta madrileña alega que fueron 55 mil euros.

Indignado por la actitud de su jefe, Ayuso le dijo de todo ante la prensa, mientras que él insistía en que no había hecho nada salvo dar a conocer un presunto caso de corrupción.

Por las ofensas “casi delictivas”, el PP expedientó a Ayuso el viernes y al día siguiente ambos se sentaron a hablar. Casado se dio por satisfecho con las explicaciones de quien fuera una de sus mejores amigas. Desde ese momento perdió toda autoridad, fue un acto que toda la clase política y la prensa del país calificó de “rendición” ante Ayuso, y lo que siguió fue una ola de exigencias de dimisión por parte de sus compañeros de partido, que piden que su sucesor sea el gallego Alberto Núñez Feijóo.

Nadie le perdonó que Casado pusiera en tela de juicio la honorabilidad de Ayuso, la persona más popular en el PP y a la que muchos quieren ver en las elecciones generales, aunque ella dice que no es su objetivo.

La salida de Pablo Casado

Hoy casado acudió por última vez la Congreso y su discurso fue de despedida. Aprovechó su “cara a cara” con el presidente de España, Pedro Sánchez, para pedirle que “el gobierno se ponga al servicio del interés general”.

Y envío un mensaje: “Entiendo la política desde la defensa de los más nobles principios y valores desde el respeto a los adversarios y la entrega a los compañeros, todo para servir a España y a la causa de la libertad. Éste es el futuro de nuestros hijos y que debemos construir todos juntos”, expresó Casado y fue ovacionado por su bancada, que en su mayoría le abandonó en los últimos días, durante varios minutos. Tras escuchar la respuesta de Sánchez, Casado se fue del hemiciclo.

“Hoy le reitero lo que dije en su debate de investidura: nuestra responsabilidad es ensanchar el espacio de la centralidad para que tanto PP como y PSOE (Partido Socialista Obrero Español) pudiéramos ganar en él sin necesidad pactos con los que no creen en España ni alianzas de los que atentaron contra él”, dijo Casado en un momento en el que la extrema derecha compite fuertemente con su partido.

Casado entró en el hemiciclo acompañado por la portavoz del PP, Cuca Gamarra, y los pocos fieles que le quedan en la dirección del partido: la vicesecretaria de Organización, Ana Beltrán, y el vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesino. 

Con una sonrisa forzada que tapaba la mascarilla, el líder del PP se ha limitado a decir “buenos días” y no quiso contestar a los periodistas a la pregunta de si se presentará al Congreso extraordinario que se ha visto forzado a convocar ante la pérdida de apoyos, sobre todo de los “barones” (presidentes autonómicos) tras su enfrentamiento con Isabel Díaz Ayuso.

En su respuesta, Sánchez se despidió de Casado: “Desde la diferencia y la discrepancia política que se ha manifestado en muchas sesiones de control, le deseo en lo personal lo mejor”.

Pero el presidente español aprovechó para reprochar al todavía líder de del bloque contrario su actitud durante esta legislatura. “En estos dos años la oposición se ha instalado en la descalificación constante negando hasta incluso un principio democrático esencial: negando la legitimidad y la existencia de este Gobierno emanado de la voluntad popular y la representación legítima en las Cortes”, le dijo.

Asimismo, el presidente afirmó que no convocará las elecciones aprovechando la crisis que atraviesa el PP.

“Sabemos cuál es nuestra responsabilidad. España necesita estabilidad y recuperación económica y este Gobierno va a dar estabilidad y recuperación económica. Les anuncio que el Gobierno no va a adelantar las elecciones generales ni va a disolver de manera anticipada las Cortes Generales. No lo vamos a hacer”, reiteró.

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