Ya pasaron 48 horas después de que Rebeldes hutíes de Yemen secuestraron un barco carguero llamado Galaxy Leader en el Mar Rojo, donde también viajaban mexicanos; este es el primer incidente en esta zona del mundo realizado por piratas desde 2021.
Información de la Cámara de Comercio Internacional (ICC, por su sigla en inglés) revela que la última vez que existió un ataque a una embarcación fue hace dos años en las costas de Arabia Saudita, desde entonces no había ocurrido algún problema.
Apuntan que 2015 a 2021 solo se reportaron 27 ataques de piratas, siendo que en 2017 se concentró 11 de estos reportes.
En 2009, hace ya 14 años, cuando Somalia pasaba por una guerra civil, es cuando más se desató la piratería al sur del Mar Rojo; de acuerdo a información de las Naciones Unidas, llegaron a reportarse 223 ataques anualmente, pero bajó conforme se controló la zona.
“Aunque no se han reportado incidentes, la amenaza aún existe en las aguas del sur del Mar Rojo. (…) Durante el tránsito por estas aguas es imprescindible mantener una vigilancia visual y radar las 24 horas. Teniendo en cuenta los avisos y alertas de la zona, un avistamiento/detección temprana de un esquife que se acerca permitirá una evaluación precisa”, dice el reporte del ICC.
Según reportes de medios internacionales, el carguero Galaxy Leader, que transportaba vehículos, es operado por la naviera japonesa Nippon Yusen con una tripulación compuesta por 25 marineros de origen búlgaro, ucraniano, filipino, mexicano y rumano.
El modus operandi
Un estudio de la Universidad de Carnegie Mellon de Pensilvania, Estados Unidos, relata que el rescate medio por un barco capturado por piratas, mismo que puede llevar mercancía de distintos valores, suele superar los 5 millones de dólares.
En su revista Research on Negotiation and Conflict Management afirma que si las negociaciones llegan a un punto difícil, los piratas pueden comenzar a amenazar a la tripulación para motivar a los propietarios a llegar a un acuerdo.
“Los pagos del rescate se realizan en efectivo y se depositan en el barco desde un helicóptero. Alrededor de 5 por ciento del rescate se destina a la administración en tierra, 60 por ciento al empresario financiador y 35 por ciento restante se divide entre la tripulación y otras partes involucradas”, de acuerdo a la publicación.
Un caso muy sonado fue el secuestro del barco Maersk Alabama, mismo que viajaba con bandera de Estados Unidos por mares de la India en 2009, pero fue secuestrado por piratas somalíes.
Reportes de la empresa naviera y medios internacionales dan cuenta que se pedía para su rescate 2 millones de dólares; sin embargo, la inteligencia militar de Estados Unidos evitó el pago y logró detener a los piratas.
PMA