Las fuertes lluvias que cayeron durante el jueves por la noche y el transcurso del viernes en el noreste de Estados Unidos inundaron las principales carreteras de Nueva York, por lo que la ciudad quedó paralizada desde su sistema de metro y hasta sus aeropuertos.
Las calles de Nueva York presentaron 20 cm de lluvia desde el jueves y con el paso de las horas el agua de lluvia se fue acumulando, hasta inundar los principales barrios de la ciudad.
- Te recomendamos Sin acuerdo, EU está a horas de parálisis presupuestal Internacional
Los servicios de meteorología llamaron al viernes como "el día más húmedo jamás registrado" en el aeropuerto JFK desde 1948.
La gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, declaró el "estado de emergencia" para Nueva York, Long Island y el valle de Hudson, compartió en la red social “X” (antes Twitter).
En las redes sociales circulan videos en los que se observan vehículos varados en carreteras inundadas, calles bloqueadas por el agua, que llegaba hasta el nivel de las ventanillas de los automóviles, reportó AFP.
El tránsito se atascó algunas horas antes en un tramo de FDR Drive, una importante vía del este de Manhattan. Algunos conductores decidieron abandonar sus vehículos cuando el agua alcanzó la altura de sus neumáticos.
Las 30 líneas y 420 paradas de la red del metro de Nueva York quedaron parcialmente inundadas y varias de ellas permanecieron cerradas, sobre todo las que atraviesan por Brooklyn.
El servicio de trenes de cercanías Metro-North estuvo suspendido gran parte del día desde Manhattan, aunque al atardecer del viernes comenzó a reanudar sus corridas.
El tren Long Island avanzaba muy lentamente, 44 de los 3 mil 500 autobuses de la ciudad quedaron varados y el servicio de autobuses fue interrumpido en la ciudad, reportaron las autoridades de tránsito, de acuerdo con el informe de AP.
Estas lluvias no se suscitaban en la cuna de la Gran Manzana desde la llegada del huracán 'Ida' hace dos años, cuando se reportaron al menos 13 muertos en la ciudad; aquellas imágenes de sótanos y calles inundadas regresaron a los neoyorquinos, a diferencia que esta vez no se presentaron más que afectaciones materiales.
CHZ