China ha tenido un crecimiento acelerado en los últimos años con un impacto directo en la infraestructura que ha tenido que adaptarse a las demandas de mil 400 millones de habitantes, sin embargo, esto también ha tenido consecuencias fatales para el medio ambiente: 35 millones de hectáreas afectadas por la explotación indiscriminada de minas.
El desarrollo también ha permitido la implementación de rigurosos proyectos de restauración ecológica hasta ahora en el 50 por ciento del territorio afectado y que se encontraba en peligro de desastres naturales.
Uno de estos proyectos en desarrollo son las minas de Dieshan ubicadas en la ciudad de Jizhou en la provincia de Tianjin, al noroeste de Beijing, donde la empresa estatal China Communications Construction ha implementado el modelo de restauración ecológica de minas abandonadas de donde hasta hace 10 años se explotaron 483 hectáreas de terreno para la extracción de piedra caliza. En esta ciudad de 800 mil habitantes unas 300 minas fueron explotadas. Por ello, a partir de 2021 inició el proyecto “Devolver el verde a la montaña”.
El proyecto considera la intervención del territorio para convertirlo en una montaña verde o campos de cultivo y eliminar potenciales desastres naturales a través de programas de descontaminación y reforestación.
Para ese proyecto, la empresa estatal a través de la oficina de navegación de Tianjin, utiliza tecnología de eliminación de humo y polvo para que nuevamente haya aire limpio.
En esta ciudad, las minas fueron abandonadas después de la extracción de toneladas de piedra caliza y otros materiales. Sin que se revelaran detalles sobre las sanciones a las empresas responsables de la explotación indiscriminada, la paraestatal china de enfocó en la recuperación de las montañas que rodean a esta pequeña ciudad de menos de un millón de habitantes.
Pero esta tecnología también se ha llevado a otros proyectos en otras provincias de China donde la extracción de materiales de la tierra ha provocado devastación de extensos tramos que posteriormente son recuperados con ayuda de la tecnología.
China cuenta con importantes yacimientos de elementos como el tungsteno y tierras raras lo que lo convierte en un importante exportador a nivel mundial.
Además de la extracción este país también refina y fabrica componentes con minerales como aluminio, cobre y ciertas tierras raras e incluso en algunos casos llega a manufacturar el producto final.
No obstante, esta extracción también tiene consecuencias medioambientales que se busca frenar con este tipo de programas de desarrollo verde para recuperar el entorno afectado por la devastación indiscriminada.
En Jizhou, las minas explotadas indiscriminadamente se convertirán en parques ecológicos donde se plantaron distintas especies de plantas y árboles que permitan la reforestación de amplias zonas que antes fueron meramente agrícolas.
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