El presidente estadunidense, Donald Trump, y su esposa Melania recibieron en la Casa Blanca a cientos de niños para el tradicional festejo de Pascua en el césped de la Casa Blanca, conocido como "Easter Egg Roll".
Tras un breve discurso junto a un enorme conejo de peluche, en el que Trump destacó la fortaleza de la economía y de las fuerzas armadas estadunidenses, el presidente y su esposa se reunieron con los invitados en el jardín sur de la Casa Blanca, en Washington, para disfrutar la competencia.
“Este es un año especial, a nuestro país le va magnífico. Miren la economía, miren lo que está pasando”, dijo Trump. “Nunca es fácil, pero tenemos la mejor economía en la historia, y vamos a hacerla aun mejor, aun más fuerte”, enfatizó.
Momentos después, Trump que estuvo acompañado de su esposa Melania, preguntó a los pequeños "¿Están listos chicos?” e hizo sonar el silbato para que los niños salieran corriendo con sus cucharas y empujar los huevos duros por el jardín de la Casa Blanca.
La carrera de rodado del huevo de Pascua ("Easter Egg Roll") es una tradición en el jardín de la Casa Blanca que se remonta al año 1878.
En su edición 140, la pareja presidencial se presentó con abrigos largos en una mañana fría y nublada. "¡Este lugar es lo máximo!", dijo Trump a los niños reunidos en la Casa Blanca, donde también hubo conciertos como parte de los festejos.
Melania fue la anfitriona del evento, aunque otras mujeres del Gabinete como la portavoz, Sarah Sanders, la asesora Kellyanne Conway y la ministra de Educación, Betsy DeVos, leyeron en voz alta a los niños.
El presidente agradeció a su esposa por haber hecho “un trabajo increíble” al organizar la ceremonia.
Para el presidente fue hasta cierto sentido una ocasión familiar: la mayoría de los cinco hijos y nueve nietos de Trump estuvieron presentes. Entre ellos estaban Donald Trump Jr., su esposa Vanessa y sus cinco hijos; su hijo Eric, su esposa Lara y su bebé; su hija Tiffany y su hijo Barron.
jamj