El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció que eliminará de su cargo a miembros de las fuerzas de seguridad que hayan sido cómplices durante los disturbios en Brasilia.
Afirmó que "Hubo mucha gente cómplice" involucrados en la policía militar y en las Fuerzas Armadas de Brasil.
"Estoy convencido de que la puerta del palacio fue abierta para permitir la entrada de estas personas, porque no vi que estuviera rota", dijo el presidente Lula da Silva
La tarea de filtrar a esos actores será compleja, dijeron sus principales colaboradores, pero las investigaciones han comenzado para ver quién fue responsable de permitir que partidarios del ex presidente Jair Bolsonaro asaltaran y vandalizaran el palacio presidencial.
Lula también ha intensificado las críticas al Ejército por no hacer nada para disuadir la acampada de dos meses de partidarios de Bolsonaro frente a su sede, donde han estado clamando para que los militares anulen el resultado de las elecciones de octubre.
Miles de manifestantes que pedían un golpe militar para derrocar a Lula y restaurar a Bolsonaro en el poder irrumpieron el domingo en el Tribunal Supremo, el Congreso y el palacio presidencial, dejando un rastro de ventanas, muebles, computadoras y obras de arte destrozados.
El cuerpo policial responsable de la seguridad pública en la capital de Brasil no detuvo el avance de la turba hacia el edificio, y algunos fueron vistos en imágenes de redes sociales tomándose fotos y charlando con los manifestantes.
La policía antidisturbios dispersó a la multitud con gases lacrimógenos y detuvo a unos mil 800 manifestantes sólo después de que Lula ordenó que el Gobierno Federal interviniera en la seguridad local.
El gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, aliado de Bolsonaro, fue uno de los primeros culpados por los fallos de seguridad.
Fue suspendido de su cargo el domingo por el juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes, que también ordenó la detención de su jefe de seguridad y del jefe de la policía.
El batallón de tropas asignado para vigilar el palacio presidencial tampoco respondió hasta que los alborotadores entraron y destrozaron el palacio, según un testigo.
MO