La canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Emmanuel Macron proclamaron su voluntad de acercar a los dos países y de hacer avanzar la Unión Europea, firmando un nuevo tratado que provoca rechazo entre los nacionalistas de ambas naciones.
Al llegar a Aquisgrán en Alemania los dos dirigentes fueron abucheados por unas decenas de personas, algunas con chalecos amarillos. El presidente francés acusó a ellos de propagar "mentiras" peligrosas sobre el tema.
La extrema derecha, tanto en Francia como en Alemania, pero también la izquierda radical, multiplicaron las virulentas críticas al nuevo tratado de cooperación franco-alemana, agitando el espectro de una pérdida de soberanía.
Los últimos días circularon rumores sin fundamento sobre la supuesta intención de Francia de compartir con Alemania la banca permanente de París en el Consejo de Seguridad de la ONU, como lo asegura la francesa Marine Le Pen, o hasta el de la cesión de la región de Alsacia-Lorena a Alemania.
"Los que olvidan el valor de la reconciliación franco-alemana son cómplices de los crímenes del pasado, los que caricaturizan o propagan la mentira hieren a los pueblos que pretenden defender", lanzó el presidente francés.
El Palacio del Elíseo consideró necesario desmentir los rumores y publicó en su página internet un texto que explica querer mostrar "toda la verdad" del Tratado de Aquisgrán.
En Alemania, el dirigente de la extrema derecha, Alexander Gauland, acusó París y Berlín de querer con el tratado crear "una super-UE" dentro de la Unión Europea.
Desafiando esas críticas, Macron y Merkel afirmaron su intención de hacer "converger" sus políticas en todos los sectores, de la economía a la defensa, pasando por la educación, la investigación o la política exterior.
"Ratificamos nuestra convergencia económica y social, el acercamiento progresivo de nuestras sociedades, el acercamiento de las regiones transfronterizas, la creación de una nueva dinámica", dijo Macron.
Tanto Merkel como Macron reafirmaron su voluntad de hacer emerger en el futuro un cuerpo militar europeo, y juzgan que sus países tienen un papel central en el tema.
Francia y Alemania adoptaron una "cláusula de defensa mútua" en caso de agresión, sobre el modelo de la que prevé la OTAN.
Podrán desplegar medios militares juntos en caso de ataque terrorista o cooperar sobre los grandes programas militares.
París y Berlín esperan con su alianza reafirmar el proyecto europeo, fragilizado por el antieuropeismo a cuatro meses de las elecciones europeas de mayo.
"En momentos en que Europa se encuentra desestabilizada por el Brexit y amenazada por los nacionalismos, por desafíos que sobrepasan el marco de las naciones, Alemania y Francia deben asumir sus responsabilidades y mostrar la vía", destacó el presidente francés.
El acuerdo debe "completar" el Tratado del Elíseo, firmado en 1963 por el general Charles de Gaulle y Konrad Adenauer, que selló la reconciliación franco-alemana luego de la guerra.
El tratado lo firmaron dos dirigentes debilitados. Merkel se prepara para dejar su cargo en 2021 y Macron enfrenta una crisis social sin precedentes.
La prensa considera que los avances concretos de este nuevo tratado son modestos, como el periódico alemán Handelsblatt que calificó el texto de "tímido y sin vigor".
dmr