Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, refrendó su apoyo a su homólogo ruso, Vladimir Putin, y calificó de "crimen y locura" las sanciones del Occidente contras Rusia, tras iniciar los ataques contra Ucrania hace una semana.
"Es un crimen lo que están haciendo contra el pueblo ruso, una guerra económica", dijo Maduro.
"Los sacaron del sistema Swift, les cerraron el espacio aéreo, les cerraron todos los vínculos comerciales, les cerraron y les prohibieron el uso del dólar, es una locura lo que están haciendo con Rusia", abundó.
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Rusia ha sido blanco de sanciones económicas por parte de Estados Unidos, Europa y otros países aliados en represalia por la invasión de Ucrania, que buscan castigar la moneda rusa, el sector bancario, las aerolíneas, entre otros objetivos.
"Las guerras económicas deben cesar y deben acabarse en el mundo, los problemas del mundo deben resolverse por la vía diplomática, política, preservar la paz del mundo", señaló Maduro.
El presidente venezolano se volvió a mostrar, en ese sentido, a favor de las negociaciones que se desarrollan entre Ucrania y Rusia. "Aspiramos a resultados favorables que restablezcan la paz y la estabilidad en esa región".
De hecho, también blanco de sanciones que buscaron sin éxito sacarlo del poder, habló por teléfono con Vladimir Putin el martes para expresarle un "fuerte apoyo" en su campaña militar.
"Él me explicó ampliamente toda la operación militar, todo el marco en que se dio, todas las amenazas contra Rusia. Yo noté en el presidente Putin serenidad, sabiduría, fortaleza moral", indicó Maduro al recordar la conversación telefónica.
Moscú ha sido un aliado clave de Venezuela desde la época del fallecido presidente Hugo Chávez y siguió con Maduro que, escudado en esta relación, ha podido sortear las medidas punitivas en su contra.
Chávez (1999-2013) respaldó a Rusia durante la guerra relámpago con Georgia en agosto de 2008 por el control de Osetia del Sur. Tras el conflicto, Moscú reconoció la independencia de esta provincia y la de Abjasia, otra región georgiana separatista prorrusa.
Su gobierno compró además armas y equipamiento militar ruso por cientos de millones de dólares en medio de una bonanza petrolera que acabó en 2014.
FS