Manuel Guerrero fue encarcelado por ser homosexual en Doha el 4 de febrero, tras ser engañado por la policía a través de Grindr y Tinder, por lo que pasó 38 días sin abogado ni traductor, además sometido a tortura; dos meses después sigue sin acceso a su expediente, por lo que busca reunirse con la canciller Alicia Bárcena.
Así lo informó a MILENIO, su hermano, Enrique Guerrero, quien acusó que el caso sigue siendo de vida o muerte porque a pesar de que se le otorgó libertad provisional al acusado (el pasado 18 de marzo), éste sigue sin acceso al tratamiento antirretroviral que necesita para vivir, ni atención médica para determinar su estado de salud.
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“Es increíble que el Estado de Qatar aunque maquille los hechos reconoce que finalmente lo aisló en una celda de castigo porque tenía VIH.
"Ellos obviamente justifican y dicen ‘bueno ya cuando el doctor nos informó que podía convivir con otras personas y no era contagioso lo sacamos de la celda de castigo’. Pero evidentemente no es la manera en la que tratas a una persona con una condición médica de vulnerabilidad. No lo sometes a un castigo, a un aislamiento, a dejarlo sin agua, dejarlo sin comida”, denunció.
En este sentido, el Comité Manuel Guerrero exige que la canciller mexicana Alicia Bárcena sostenga un encuentro mediante videoconferencia con el mexicano cuyos derechos humanos se han violentado sistemáticamente en Qatar.
“Estamos solicitando una reunión con la secretaria de Relaciones Exteriores Alicia Bárcena, porque Manuel está en libertad provisional desde el 18 de marzo y Bárcena no lo ha recibido, entonces estamos exigiendo que lo atienda, que tengan una videoconferencia, creo que es importante que la SRE conozca de viva voz de Manuel el caso y las necesidades que se tienen. Hemos solicitado esa reunión y no se nos ha brindado, no han tenido tiempo para reunirse con Manuel”, lamentó Enrique.
Esto debido a que, durante el encierro, Manuel Guerrero estuvo privado también de servicios básicos de higiene (ni siquiera le permitían cortarse las uñas), mientras se le obligaba a señalar por nombre a sus parejas sexuales y otros miembros de la comunidad LGBT. Todo eso dejó huella en su salud física y mental.
“Por supuesto que lo he visto con las afectaciones del estrés postraumático propias de haber sufrido todas estas torturas, todos estos malos tratos, todas estas discriminaciones (...) Le han hecho bastante mella, pero confío en que encontraremos un acompañamiento psicológico para él; desafortunadamente tendremos que hacerlo con la solidaridad de las organizaciones de la comunidad LGBT porque pues tú sabes que los gobiernos tienen un apoyo bastante limitado”, comentó Enrique Guerrero a MILENIO.
El caso de Manuel pone de manifiesto la persecución sistemática que sufre la comunidad de la diversidad sexual en el país medio oriental, donde el gobierno además de tolerar los abusos a los que fue sometido el mexicano pareciera organizarse para perseguir “al VIH como una red criminal”.
“¿Por qué someten a Manuel a interrogatorios clandestinos sobre el nombre de sus parejas sexuales? Porque Qatar ve al VIH como si se tratara de una red criminal, y está tratando de mapear la red de personas LGBT con VIH, en lugar de verlo como una condición médica.
"Esto es como si el enfoque de Qatar fuera que el VIH es una red criminal. Y además la tortura no se debe utilizar para detectar redes criminales mucho menos para una condición de salud”, argumentó el abogado que defiende a su hermano.
Sumado a los abusos de la autoridad, el dinero se vuelve un problema cada vez mayor desde que el mexicano perdió su fuente de ingresos (en Qatar Airbus), porque en su condición de perseguido le es imposible encontrar otro empleo.
“También Manuel se encuentra en una situación complicada porque no tiene trabajo, en Qatar no existe el trabajo informal, tiene un control muy fuerte sobre la migración entonces no le permite conseguir otro trabajo porque los empleadores llevan directamente a sus trabajadores con contrato, no es como aquí, no puedes ir a pedir ‘una chamba’.
"Entonces en este sentido vamos a iniciar una campaña de colecta de fondos que creemos que es importante para continuar la lucha”, reconoció el activista por los derechos humanos.
Sin tratamiento antirretroviral
Sin fondos, el mexicano en Qatar no tiene forma de acceder a su tratamiento antirretroviral como hacía antes (ya que el país no cuenta con dicho medicamento y es necesario viajar para conseguirlo), aparte de que antes de retomar cualquier medicina debe someterse a exámenes clínicos, los cuales tampoco le han llegado.
“No le han realizado los estudios que requiere, porque son especializados, por otro lado Qatar no ha realizado las gestiones para conseguir su medicamento y se ha terminado el que Manuel tenía en su posesión entonces nuevamente la situación se vuelve crítica para resolver el tema, y a esto Qatar no da respuesta, no hace nada contra ello.
"En la cara del gobierno británico y mexicano les dice que no le importan los derechos humanos ni la salud de Manuel, porque al final lo someten a un acto de tortura que es privarlo de su medicamento y no brindarle la atención requerida (...) Qatar solo le está brindando uno de los medicamentos que requiere, pero hay opiniones médicas de que es peor tomar solo uno, porque se genera una resistencia hacia el otro. No es tan fácil como tomarse una aspirina, es un protocolo integral que se tiene que tomar y seguir bien”, explicó.
A pesar de todo, Manuel Guerrero debe seguir con su proceso lleno de irregularidades dentro del sistema penal qatarí, pese a que todavía no ha sido acusado formalmente de ningún cargo.
“Él pasó 38 días sin abogado, 38 días sin traductor. Hasta la fecha seguimos sin acceso al expediente, esperamos tener acceso antes de la audiencia del 22 de abril que será la primera para que el fiscal presente cargos.
"Esperamos tener acceso antes, pero tampoco es seguro que eso se logre. (...) Y esto es importante resaltarlo porque el Estado de Qatar no tiene autoridad para decir nada: cuando tú no respetas reglas mínimas de debido proceso, si tu sometes a una persona a 38 días sin abogado ni traductor, ya hoy cuánto tiempo llevamos sin acceso al expediente; evidéntemente no tienes autoridad jurídica ni legitimidad para decir absolútamente nada”, reveló Enrique Guerrero.
En espera de la próxima audiencia, Enrique Guerrero espera que la autoridad qatarí entregue un expediente alterado, con modificaciones ilegales, debido a que tienen tiempo para hacerlo y han mostrado una actitud hostil contra el mexicano.
“Qatar probablemente va a manipular los hechos. No lo sé de cierto, porque no hemos visto el expediente, pero casi lo podría asegurar porque cuando tú tienes 38 días sin abogado, sin acceso a expediente, sin traductor imagínate.
"En México la fiscalía muchas veces modifica los hechos en horas, y ya cuando llega la defensa hay cosas que no son ciertas o no cuadran, imagínate qué puedes hacer en 38 días, puedes escribir otra historia, otra novela”, apuntó el jurista.
En el fondo, la defensa de Manuel tiene dos objetivos claros que se antojan complicados al tener al sistema judicial qatarí en contra.
“Lo que necesitamos es lo mismo que en México, que los ministerios de Relaciones Exteriores realmente den resultados, los resultados que necesitamos, que son: la libertad absoluta de Manuel y su repatriación.
"Eso es lo único que va a garantizar su vida y su salud. Cualquier otra cosa nos coloca en situaciones críticas, es mejor que ahora esté libre pero, lejos de sus torturadores, con una mejor condición de higiene, de estrés, de alimentación. Pero nos coloca ahora en el problema de que tampoco Qatar está resolviendo el tema de medicamentos, además seguimos teniendo la amenaza de que quieran regresarlo a la cárcel donde lo han sometido a torturas, cosa que debe ser inaceptable para Reino Unido y para México”, alegó el abogado.
Afortunadamente, el México-británico no está solo frente a este reto “que parece sacado de otro siglo”, pues cuenta con apoyo internacional dentro y fuera del gobierno de los dos países en los que tiene ciudadanía, además de miembros de la comunidad LGBT.
“Estuvimos la semana pasada en Londres en una campaña muy exitosa, recibimos apoyo de muchos parlamentarios, entre ellos: Kate Osborne, la socialista sindicalista y activista de género; también de Lloyd Russell-Moyle.
"También encontramos mucho apoyo del ministro Wayne Davis, que es ‘ministro sombra’ (shadow minister) para asuntos de Medio Oriente, y de la baronesa Baker. También de National AIDS Trust, nos reunimos con Amnistía Internacional (...) obviamente hay bastante respaldo y bastante presión de varios sectores”, reconoció Enrique.
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"No debemos saber rendirnos"
Por último, cuestionado sobre su papel como hermano, más allá de ser abogado, Enrique respondió lo siguiente:
“Ha sido muy complicado. Ha sido difícil. Pero por desgracia, y por fortuna, creo que los defensores de derechos humanos no debemos saber rendirnos. Estamos condenados a luchar siempre por los derechos de las personas, y lo complicado es que es un caso cercano para mí, pero al final lo hago con la misma convicción de siempre: que se haga justicia.
"Así trabajamos todos los casos que llegan hasta nosotros, sin rendirnos hasta que no haya justicia para las víctimas, y bueno él es víctima de graves violaciones a sus derechos humanos. También muy agradecido con la solidaridad del pueblo de México y de Reino Unido, de las organizaciones aliadas, incluso de los periodistas”, concluyó en entrevista con MILENIO.
El mexicano ahora enfrenta su proceso penal en libertad, pero sigue sin acceso a tratamiento antirretroviral.
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HCM