Tras 44 días arrestado y medio año sin poder salir de Qatar, sin evidencia en su contra, Manuel Guerrero por fin ha podido volver a México. Horas después de llegar a su hogar, el mexico-británico ofreció una conferencia de prensa donde asegura que su arresto por parte de la policía qatarí, durante un operativo contra miembros de la comunidad LGBT, no lo define como persona.
“Mi arresto no define quién soy pero sí ha reforzado mi convicción de que debemos seguir luchando por un mundo donde todos, sin importar nuestra orientación sexual o estado de salud, podamos vivir con dignidad y libertad. Soy un entusiasta por naturaleza”, dijo en su primer mensaje a medios de comunicación.
Guerrero reconoció que, a pesar de haber estado registrado como ciudadano británico en Qatar, fue el gobierno mexicano el primero en atenderlo.
“El primer consulado que fue a visitarme fue el de México, Inglaterra lo hizo de manera telefónica. El apoyo, si comparo los dos apoyos, el apoyo de México fue el más fuerte, creo que tardó un poco en arrancar pero conforme fueron pasando los meses fueron apoyando en mayor medida”, recordó.
Aún así, la pesadilla duró 6 meses. Tras su arresto, le hicieron firmar documentos en árabe que nunca entendió. Sin abogado y sin traductor, enfrentó su proceso a ciegas. No tenía acceso oportuno a los medicamentos antirretrovirales que necesitaba por ser portador de VIH, por lo que su salud empeoró.
Aquí sus palabras:
En realidad, fue liberado porque un juez, quien lo encontró culpable de posesión menor de metanfetamina, pero suspendió la sentencia de 6 meses de prisión en su contra. La droga, ha revelado Manuel Guerrero y sus representantes, fue sembrada por la policía qatarí para poder justificar el arresto por la condición como homosexual.
En México, con su madre y su hermano, se siente “en casa finalmente.”
Su liberación, hoy, recuerda a su hermano Enrique Guerrero, la odisea que representó organizarse y conseguir apoyo para su defensa.
Así agradeció:
Pero confía en que “con unidad, con necedad y con una dosis de valentía es posible lograr justicia, es posible incluso salvar vidas.”
Los más de seis meses que pasaron para que Manuel fuera liberado y pudiera regresar, primero a Reino Unido y después a México, permiten al Comité Manuel Guerrero, alzar las manos y celebrar: “hoy sí podemos cantar victoria, hoy sí lo logramos, todas y todos, aquí, logramos”, concluyó Enrique.
La directora ejecutiva de Amnistía Internacional en México, Edith Olivares, quien acompañó al comité en el proceso, recordó que: “ser gay no es un delito, no debe ser un delito en ningún lugar del mundo, ni en México, ni en Europa ni en Qatar”.
Hoy Manuel quiere cerrar este ciclo y volver a lo que le apasiona, la industria de la aviación, en la que trabajaba en Qatar antes de que fuera arrestado injustamente. Pasará tiempo con sus amigos y sus familiares, para comenzar a cerrar la herida de su arresto: "quiero cerrar este círculo y continuar adelante con mi vida".
SNGZ