De cara a la cumbre regional que se celebrará en México este sábado, el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, hizo un llamado a todos los países de América Latina y el Caribe para que las distintas posiciones que se puedan tener en torno a las situaciones sociales que se viven en Cuba, Venezuela y Nicaragua no sean causa de división entre los países.
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“Habrá posiciones distintas respecto a Cuba, Venezuela, Nicaragua u otros países, pero tenemos que demostrar que estamos a la altura (…). Porque diferencias siempre va a haber, si alguien piensa que la condición de la cooperación es la unanimidad que se despida de la cooperación internacional”, subrayó durante la ceremonia de designación del patio principal del Instituto Matías Romero como Patio Simón Bolívar.
Sobre el error de buscar unanimidad absoluta en la cooperación internacional, Ebrard cuestionó a quienes promuevan esa clase de política “entonces, ¿para qué estamos en Naciones Unidas? ¿Cuál sería entonces el sentido del multilateralismo?”.
Insistió que si el requisito para poder realizar una cumbre como la que albergará México el sábado es la unanimidad en todos los temas e ideologías sería “dar al traste con los principios de Westfalia y ahora ya no vamos a reconocer y respetar los ámbitos de la soberanía de cada cual”.
También cuestionó por qué a pesar de que desde hace aproximadamente 200 años personajes como Simón Bolívar han propuesto la unificación de América Latina y el Caribe, no se ha logrado cristalizar la idea.
“¿Por qué no lo hemos logrado en 200 años? Si es una idea tan evidente y tan buena. ¿Por qué no lo hemos logrado? Y déjenme darles una experiencia, porque cada vez que nos reunimos lo que importa es en qué no estamos de acuerdo. Cada vez que nos reunimos es por qué alguien no debe ir, por qué no está conforme con su ideología. O que no estoy de acuerdo con lo que significa o tenemos algún tipo de rivalidad, a veces, hombre… ¡hasta vanidades!”, enfatizó ante un grupo de embajadores latinoamericanos que participaron en la ceremonia.
El canciller sostuvo que está en poder de quienes dirigen o representan a los distintos países de América Latina y el Caribe modificar eso en búsqueda del bien común de sus sociedades. “No hay ningún pretexto, nada nos lo impide, más que nosotros mismos”.
Atajó las posibles críticas a su convocatoria que pudieran sostener que, precisamente, este tipo de diferencias son algo político: “¡claro que es político! Todas las acciones que tomamos en el espacio público, relativo a las cuestiones públicas, son políticas (…) cuál es el fin de las acciones públicas que tomamos, las que nos afectan a todos y a todas”.
Finalmente, reiteró que este llamado para unificar política y económicamente a América Latina y el Caribe, especialmente, cuando aún se atraviesa por la pandemia de covid-19, es con el objetivo de que la región actúe en conjunto ante los nuevos equilibrios geopolíticos que se están formando, pues de no hacerlo advirtió, será prácticamente imposible tener influencia en el mundo.