Alrededor de 98 mil rusos de edad militar siguen huyendo a países vecinos o cruzan la frontera a Kazajistán desde que el presidente Vladimir Putin anunciara una movilización parcial de reservistas para combatir en Ucrania, según funcionarios kazajos.
Las antiguas repúblicas soviéticas Kazajistán y Georgia parecen ser los destinos más concurridos para los que cruzan en auto, en bicicleta o a pie.
Aquellos con visa para Finlandia o Noruega también llegan por tierra. Los boletos de avión al exterior están agotados a pesar de los precios altísimos.
El Ministerio de Defensa ha dicho que se convocará a unos 300 mil hombres con experiencia en combate o que hayan cumplido con el servicio militar, pero desde varias regiones rusas llegan informes de que los reclutadores recogen a hombres que no cumplen con esa descripción. Eso ha generado temores de una movilización mucho más amplia, y multitudes de hombres de todas las edades y orígenes han acudido a los aeropuertos y cruces fronterizos.
Al anunciar el número de rusos que cruzaban la frontera, el ministro del Interior kazajo, Marat Akhmetzhanov, dijo que no se los enviará de regreso, salvo en el caso de que se encuentren en una lista internacional de personas buscadas bajo acusaciones criminales.
El presidente Kassym-Jomart Tokayev ordenó a su gobierno que ayude a los rusos que entran a su país "debido a la actual situación sin salida".
"Debemos cuidarlos y garantizar su seguridad. Es un problema político y humanitario. Ordené al gobierno que tome las medidas necesarias", dijo Tokayev, y añadió que Kazajistán discutirá la situación con Moscú.
LG