El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, entregó al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a Estados Unidos a cambio de ayuda financiera, según dijo Rafael Correa, ex presidente ecuatoriano, en entrevista para MILENIO Televisión.
“No pensamos que lo iban a sacar así brutalmente, pero lo iban a sacar, porque ya el 30 de mayo del 2017, el ex jefe de la campaña de Trump, Paul Manafort, fue recibido por Lenín Moreno y lo primero que hizo fue ofrecer a Julian Assange a EU a cambio de que le den ayuda financiera. Eso está en los testimonios del caso, no estamos imaginando, eso está demostrado”, afirmó el ex mandatario.
De acuerdo con Correa, luego del encuentro con el asesor, el presidente se volvió a comprometer a entregar a Julian Assange el año pasado con Mike Pence. “Ahí es cuando le quitan internet, le ponen reglamentos absurdos, le quieren reglamentar estar con el gato, yo qué sé. Esperaban que se quiebre psicológicamente. No lo logran”, dijo Rafael Correa.
Según el político, la pérdida de asilo de Assange se debe a que WikiLeaks publicó un caso de corrupción y paraísos fiscales en el que el mandatario ecuatoriano está implicado.
Correa añadió que Moreno le arruinó la vida a Assange, también humilló a todo el pueblo americano. “Imaginen por un momento quién más en el mundo va a pedir asilo a un Estado latinoamericano después de lo que acaba de hacer Moreno”.
PREOCUPACIÓN EN LA ONU
El relator especial sobre la tortura de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dijo ayer que teme que el fundador de WikiLeaks no tenga un juicio justo en EU, donde las autoridades piden la extradición del australiano por “hackeo informático”.
“Tenemos importantes inquietudes en la comunidad de defensores sobre los derechos fundamentales de Assange. Estamos muy preocupados por la manera en que se los respetará cuando sea quizás extraditado hacia EU”, declaró Melzer en una entrevista.
“Mi principal preocupación es que pueda ser extraditado hacia Washington”, insistió, indicando que “se deben pedir normas muy elevadas (...) para que se pueda beneficiar de un juicio justo”.
Los relatores especiales de la ONU son comisionados por el Consejo de Derechos Humanos de la Naciones Unidas, pero no hablan en nombre del organismo.
La Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, no condenó la detención del australiano, pero su portavoz, Ravina Shamdasani, indicó a los periodistas que Bachelet espera que “todas las autoridades competentes velen por que el derecho de Assange a un juicio justo sea respetado”.
Mientras, miembros del Partido Laborista británico se pronunciaron ayer contra la extradición del fundador de WikiLeaks.
El líder de la oposición Jeremy Corbyn, y la ministra del Interior en la sombra, Diane Abbott, pidieron al gobierno de la primera ministra británica Theresa May oponerse a la extradición de Assange, tras recordar que fue WikiLeaks la plataforma que mostró las atrocidades que el ejército estadunidense cometió en las guerras de Irak y Afganistán.
“El Gobierno británico debería oponerse a la extradición de Julian Assange a Estados Unidos por las atrocidades cometidas en Irak y Afganistán”, escribió Corbyn en su cuenta de Twitter.
Assange fue detenido el pasado jueves por la mañana y sacado de la embajada de Ecuador en Londres, adonde se había refugiado hace siete años para evitar una orden de arresto británica por acusaciones de violación y agresión sexual en Suecia, que siempre negó.
Y ADEMÁS
TRUMP NO DEFIENDE A WIKILEAKS
El vicepresidente estadunidense Mike Pence defendió ayer la desconcertante posición del mandatario Trump sobre el arresto de Assange. Los repetidos elogios que el magnate había hecho a WikiLeaks durante su campaña en 2016 no representan “un respaldo”, dijo a CNN.