El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, describió a Julian Assange como un “miserable hacker” y un “malcriado” que llegó a manchar con sus excrementos la embajada de Quito en Londres, donde fue detenido ayer tras perder el asilo diplomático por decisión del mandatario del país sudamericano.
“Le hemos quitado el asilo a este malcriado y ventajosamente nos hemos librado de una piedra en el zapato”, declaró Moreno durante un acto en la ciudad Latacunga.
“De ahora en adelante tendremos mucho cuidado de dar asilo (...) a gente que realmente valga la pena y no a miserables hackers, cuya única intención es desestabilizar gobiernos”, agregó.
Moreno justificó en esos términos su decisión de retirarle el asilo otorgado a Assange en 2012 y enfatizó que el creador de WikiLeaks “ha violado todas las normas de una convivencia racional”.
“Su conducta ha sido irrespetuosa, inclusive (...) este señor con sus heces fecales manchaba las paredes de la embajada, la casa de los ecuatorianos, el territorio ecuatoriano en Londres”, manifestó.
Con tono molesto, insistió: “Ha puesto heces fecales en nuestra casa, ha golpeado a nuestros guardias, a la gente de Ecuador, ha dicho que el Ecuador es (...) un país insignificante en el mundo. Eso es lo que éramos para él, y lo teníamos como invitado”.
Además del asilo, Quito le retiró a Assange la nacionalidad ecuatoriana concedida en 2017.
El experto informático fue arrestado por la policía británica tras lo cual el Departamento de Justicia estadunidense anunció que pidió su extradición.
Assange podría ser juzgado por “conspiración para cometer intrusión informática”, al haber ayudado a la ex analista de inteligencia Chelsea Manning a obtener una contraseña para acceder a miles de documentos de defensa confidenciales y luego divulgarlos.
Assange recibió el asilo de parte del ex presidente Rafael Correa, ex aliado de Moreno y convertido en su mayor adversario, con quien mantiene una pugna de poder.
QUITO SE DESMARCA
Ecuador no sabía que Estados Unidos había presentado a Reino Unido una petición de extradición contra Assange y su decisión de anularle el asilo fue tomada “independientemente de cualquier consideración en ese sentido”, aseguró ayer el ministro de Exteriores, José Valencia.
“Sobre si Ecuador conocía si había o no un pedido de extradición en contra del señor Assange una vez que saliera de la embajada, la respuesta es clara: ¡No!”, dijo el canciller en respuesta a una pregunta de la agencia española de noticias EFE.
En el encuentro, Valencia también dio cuenta de las circunstancias que rodearon su arresto y negó que se hubiera producido “dentro” de la embajada misma.
Explicó que la notificación de la suspensión del asilo se la hizo por la mañana el embajador Jaime Marchán.